La cartera de crédito de las instituciones que se dedican a las microfinanzas en la República Dominicana es de RD$12,813 millones,  y  atienden a 341,455 clientes.

Así lo informó el presidente de la Fundación Dominicana de Desarrollo (FDD), Francisco Abate, quien destacó que ese sector constituye un instrumento eficaz para combatir la pobreza y  podría rendir mayores frutos  si toman en cuenta importantes medidas.

Entre ellas citó la titulación de propiedad, sacar del negocio directo al Consejo de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Promipyme), nivelar la  Ley 488-08, de manera que todos los actores tengan la misma posición en esa legislación.

También proveer a los bancos de la tecnología y metodología necesarias para poder destinar recursos a los microempresarios.

Agregó que eso implicaría  revisar algunas normas prudenciales dirigidas a las instituciones de microfinanzas (IMF).

Además, buscar la manera de canalizar más recursos para el sector y resolver el problema de gobernabilidad que tienen las cooperativas en el país.

Sobre Promipyme, puntualizó que los recursos que recibe por parte del Gobierno deberían ser destinados a las IMF  y que esa institución,  en vez de ser una entidad de doble piso,   se convierta en un ente regulador del sector.

Al participar como invitado en el Encuentro Económico de HOY, Francisco Abate   destacó también  que en el país hace falta que se exijan estándares de calidad y desempeño, por lo que eso se puede hacer en consenso con la industria y que el Gobierno lo implante a través de Promipyme.

Otro aspecto que a juicio del presidente del FDD, es necesario para poder desarrollar las microfinanzas en el país es que  muchos  empresarios puedan formalizarse de una forma barata y sencilla, lo que contribuiría a reducir el alto nivel de informalidad de la economía dominicana.

En ese sentido, agregaron que si en verdad el Gobierno desea aumentar las recaudaciones de impuestos, facilitando la formalización de las microempresas, eso podría hacerse estableciendo un impuesto único que se pague a través de una tarjeta numerada.

Añadió Abate que esa es una de las mejores maneras, debido a que hay que tomar en cuenta que la mayoría de los microempresarios tiene un mínimo de nivel académico.

El presidente de la Fundación Dominicana de Desarrollo destacó  la importancia de facilitar la capacitación. Dijo que una de las ventajas que sí tiene el país es que no hay un tope para las tasas de interés, sino que es el mercado el que  las determina.