POR ROSARIO TIFÁ
Los bolsos o carteras, que hoy desempeñan un papel de gran importancia como complemento del vestuario femenino, comenzaron a ser utilizados cuando la mujer se incorporó al mundo laboral, después de la Segunda Guerra Mundial.

Aunque en esa época no tenía la relevancia que la moda le ha dado, a través de décadas ha venido ocupando un lugar preponderante en el closet femenino, al punto de que muchas mujeres dicen sentirse incompletas sino la llevan.

Desde pequeños tamaños hasta aquellas de grandes dimensiones y diseños extravagantes, las carteras dan un toque especial a la ropa, sin diferenciar su diseño, color y textura.

Las hay en una diversidad de formas: tipo sobre, cuadradas, rectangulares, ovaladas y redondas,  en variados colores, lisos y en estampados.

También el mercado oferta carteras con dibujos que representan figuras humanas, animales, flores y de objetos curiosos y graciosos.

Los diseñadores y artesanos le ofrecen la oportunidad a la mujer para lucirlas en ocasiones tanto deportivas, casuales, así como formales, con los elementos requeridos para cada momento.

Para la noche presentamos una colección de lujo en diferentes formas, trabajadas a mano en flores, canutillos, mostacillas, lentejuelas y cristales que son verdaderos sueños. Están trabajadas además en tela con mangos y brochadura en bronce.