Cartografías de la creatividad   y cien talentos valencianos

Cartografías de la creatividad   y cien talentos valencianos

El arte contemporáneo tiene mala fama en el gran público, no solamente en Santo Domingo, sino en numerosos países del mundo. Generalmente perturba, asusta y disgusta al espectador promedio.

Sin embargo y por suerte, ese mismo arte tiene a sus defensores incondicionales, que le permiten superar prejuicios y temores, se le concede hospedaje en museos y salas especializadas, lo acogen privilegiadamente, cuando no lo exigen, en los grandes eventos internacionales.

Felicitamos al Museo de Arte Moderno, que ha mantenido esa actitud abierta ante la contemporaneidad artística,  más aun la convicción de que la creación plástica y gráfica de hoy ha de ser estimulada y enseñada. En este tenor, la institución de la Plaza de la Cultura está presentando, hasta finales de febrero, una exposición, colectiva por excelencia y verdaderamente formidable en todos los sentidos: de tamaño descomunal, pues ocupa todos los espacios, de recursos técnicos y tecnológicos cuantiosísimos para nuestro medio, de un contenido excepcionalmente generoso y abarcador en sensibilidad e inteligencia.

Aquí se impone, partiendo de la validez de la obra, el hecho de que artistas, a menudo marginados del éxito comercial, tienen una recia personalidad y un liderazgo por su capacidad e idoneidad. ¿Imprudentes, impudentes y no pudientes esos creadores valencianos, como calificamos a pares suyos dominicanos?

La exposición.  “Cartografías de la creatividad, 100% valencianos”, más allá de una exposición,  .

De hecho, ese conjunto –¡más abundante que una bienal nuestra! –refiere a un territorio y a (parte de) sus artistas, oriundos de las tres provincias de Valencia o entrañablemente vinculados a ellas.

La Generalitat –gobierno autónomo– de la región española ha querido proyectar al exterior, luego de la primera presentación local en el histórico Centro del Carmen, una magna muestra creativa de la comunidad valenciana. Y el primer país que se beneficia de esta excelente iniciativa es República Dominicana. Se le agradece tanto a los organizadores como al Ministerio de Cultura y al Museo de Arte Moderno, cuya directora María Elena Ditrén ha mancomunado nuevamente a Valencia y Santo Domingo.

Labor de promoción. Gracias a esa admirable labor de promoción  podemos valorar a cien creadores y cientos de obras, elegidos por una curaduría tan amplia como experta y emotiva… No cabe duda de que plantea la extrema diversidad del arte actual, y el mejor –aunque hay sus diferencias y ello es parte de su encanto–, que refleja y transmite un caudal inmenso de talentos. El visitante necesita  al menos dos horas para ver y leer, pues cada creador acompaña sus piezas con una profesión de fe, convincente como muy pocas veces la hemos encontrado y, en su mayoría, de la autoría del artista. Se trata de otro ejemplo a asimilar.

En “Cartografías de la creatividad” alternan todas expresiones y variaciones de las artes visuales. Vale tratar de enunciarlas en un artículo, que, por sus limitaciones espaciales no pretende más que introducir e invitar al disfrute del despliegue real-maravilloso de vocaciones, conocimientos e investigaciones. Al compás de las salas y de las plantas, se nos ofrecen  pinturas, dibujos, esculturas, cerámicas, grabados, diseños, fotografías, instalaciones, videos, y muchas, muchas técnicas mixtas, pues, en su entusiasmo y compromiso, los creadores no vacilan en multiplicar medios y medias.   

Un asunto muy importante  y a señalar es que ese arte contemporáneo puede también conservar, aunque muy minoritaria, la tradición vernácula como en el arte fallero, cuyos seguidores de hoy defienden su íntima convicción. ¡Hasta el punto de que, entre los demás, parece un  lenguaje  de ruptura!  A diferencia de lo que se hace en tantos lugares de Europa y nutre un cierto coleccionismo, los valencianos no cultivan la fealdad y la provocación –con excepciones ínfimas–,  pues ellos, dentro de sus concepciones, formas y materiales, suelen mantener una poética, un equilibrio, una realización óptima.

La estética resultante, cambiada y preservada simultáneamente –aquí está la paradoja–, hace que la nuevísima imagen, infinitamente reinventada en el tiempo, nos sea accesible y atractiva.

Ninguno de los expositores pasa de los 50 años y algunos no han llegado a la treintena, pero tampoco la exposición enarbola la preeminencia de una generación: emergentes y ya confirmados se mezclan sin discriminación.

 El “parti pris” no existe. Simplemente, se trata del arte de hoy en Valencia, de una afirmación –si no una resistencia ante el mercantilismo–, y cien héroes valientes cultivan una mística. Es imposible citar a cada uno de los artistas, y por la misma ideología de la selección, no cabría entresacar a algunos, aunque por supuesto tenemos preferencias, y que no faltan obras difíciles, hasta herméticas, ¡según la usanza contemporánea!

“Cartografías de la creatividad, 100% valencianos” nos ha fascinado. ¡Ojalá algo similar se pueda emprender con los creadores dominicanos que identifican la actualidad artística!

Catorce espacios y un recorrido

Arte y cultura popular, Arte y objeto cotidiano, Arte y arquitectura, Arte y abstracción, Arte y representación, Arte y narrativa, Arte y tiempo, Arte, naturaleza y tecnología, Arte y deformidad, Arte e identidad, Arte y espiritualidad, Arte y globalización, Arte y política.

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