Aunque consciente de que tenía el poder para lograrlo, Ricardo –El Rico Carty- nunca imaginó que despacharía cinco cuadrangulares en la vigésima edición de la Serie del Caribe, celebrada en el 1977 en Caracas, Venezuela.
“Si te digo lo contrario te mentiría”, expone Carty al recordar aquella hazaña, en la que conectó un jonrón en cinco de los seis partidos protagonizados por la escuadra de República Dominicana, representada por los Tigres del Licey.
“No estaba pendiente de empatar ni establecer records, ni sabía de cuánto era el récord de jonrones en la Serie del Caribe, de nada de eso”, narra el que para muchos ha sido el mejor bateador en la historia del béisbol profesional dominicano.
Refiere, sin embargo, que estaba consciente de su poder con el bate.
“De eso sí, tenía plena confianza en mí y no acostumbraba a meterme presión”, añadió.
Recuerda, además, lo mucho que disfrutó cada jonrón que conectó en aquella Serie del Caribe, en la que Licey se proclamó campeones de forma invicta, 6-0 y logró su tercera corona en el clásico caribeño.
Uno en cada partido Carty tiene la firme creencia de que pudo disparar un jonrón en cada uno de los seis partidos.
“Sucedió, sin embargo, que el quinto partido lo ganábamos con una amplia diferencia y por eso le pedí al manager que me sacara”, recuerda.
Dice que posteriormente Monchín Pichardo, presidente del Licey, le cuestionó al dirigente esa decisión debido a que le quitaba a Carty la oportunidad de romper el récord de jonrónes, vigente desde 1953, cuando Willard Brown lo estableció en el estadio del Cerro, de La Habana.. “Pero le expliqué a Monchín que yo mismo le había sugerido al manager que me sacara del partido, pero que no se preocupara que si el problema era otro cuadrangular lo conectaría al día siguiente, en el próximo partido, y así sucedió”, manifestó.
Con Joaquín Balaguer. Carty recuerda la algarabía que se produjo en el país y el seguimiento que se le estaba dando a su actuación y la del equipo en toda la República Dominicana.
Recuerda que a la llegada al país, la delegación fue recibida por el entonces presidente Joaquín Balaguer, a quien entregó el bate de los jonrones y que fue felicitado por su hazaña por el primer mandatario de la nación.
“Le dije que había sido suerte y él (el presidente Balaguer) me dijo que no, que eso no era suerte, sino talento”. Rico Carty aprovecha para resaltar el trato que siempre le dispensó el presidente Balaguer.
“Ha sido el presidente de quien he recibido el mejor trato”, añadió Carty, quien, además, tuvo palabras de elogios hacia el actual mandatario, Danilo Medina.
Jugador Más Valioso. Su extraordinaria labor y el hecho de haber sido figura clave en el triunfo de República Dominicana le valió a Carty el galardón de Jugador Más Valioso de la Serie.
Se recuerda que además de sus cinco cuadrangulares, el recio toletero también remolcó diez carreras.
Carty, además, da créito al trabajo desarrollado por sus compañeros de equipo.
“Realmente fue un trabuco de equipo, integrado jugadores nativos y los refuerzos, muchos de los cuales establecidos en las Grandes Ligas”, recuerda.
Estructuración del equipo. En la estructuración del equipo, Carty destaco el trabajo del presidente de entonces de los Tigres del Licey, señor Ernesto -Monchín- Pichardo.
La escuadra dominicana estuvo bien reforzada y contó con figuras del calibre de Rafael Landestoy, Manuel Mota, Bob Beall, el mismo Carty, Jim Dwyer, Teodoro Martínez, Ike Hampton, Tomás Silverio, Pedro Borbón, Stan Wall, Jesús Rojas Alou, Ed Halicki, José Báez, Pablo Peguero, Angel Torres y Bod Dressler.
Los refuerzos fueron Rennie Stennett, Odell Jones, Mario Guerrero, Federico Velásquez y Samuel Mejía, mientras que Bob Rodgers fue el dirigente, quien, de paso, resultó electo manager del equipo Todos Estrellas de la Serie.
Los partidos. República Dominicana no salió como favorita para ganar la Serie del Caribe.
Sin embargo, el equipo criollo dejó sentir su poderío al debutar con una victoria de 6-2 ante Puerto Rico, con sobresalientes actuaciones de Rico Carty y Manuel Mota, quienes despacharon jonrones.
Ese triunfo se lo adjudicó Ed Halicki, mientras que el revés fue para Eduardo Rodríguez.
En el segundo choque, Licey consiguió la victoria ante Mazatlán, el representativo de México, y los blanqueó 10-0, liderando el ataque dominicano Rafael Landestoy, quien bateó de 5-3 con dos anotadas y una empujada. Ricardo Carty sacó la bola del parque por segundo día seguido. Ese choque lo ganó Odell Jones y Red Hudson cargó con la derrota.
Carty siguió con su ataque ofensivo en el tercer juego y en esta ocasión contra los Navegantes de Magallanes, de Venezuela, pegando jonrón y empujando las tres carreras del partido para que la escuadra criolla se alzara con el triunfo con pizarra 3-0.
El criollo Pedro Borbón se apuntó la victoria y el salvamento se lo llevó Stan Wall. Por Venezuela perdió Cris Batton.
En el cuarto encuentro, Landestoy se fue de 4-2 e inclinó la balanza a favor de los dominicanos, ganando 3-2 contra los Criollos de Caguas. La victoria fue para Bob Dressler, como relevista, y perdió Mike Krukow.
En el quinto, Licey disparó 23 hits y anotó 18 carreras para derrotar a México. Ed Halicki consiguió victoria. Perdió Fernando López, por México.
Este fue el único partido en el que Carty no la botó.
En el sexto y definitivo encuentro, Dominicana derrotó a Venezuela 5-1 y Ricardo Carty volvió a lucirse, esta vez con su quinto jonrón, con el que impuso la marca. La victoria fue para Odell Jones, quien fue relevado por Pedro Borbón, para salvar el juego con cuatro entradas de trabajo.
La marca. Barry Jones igualó la marca en 1990 en el Orange Bowl, en Miami, un campo de fútbol que fue ajustado para jugar béisbol, y cuyas medidas fueron cuestionadas, sobre todo las del left field que eran delineadas por una cuerda amarilla. De los cinco jonrones de Carty, cuatro fueron en el Estadio Universitario de Caracas y uno en el José B. Pérez.