Casa Abierta deploró que en el país se asocie a las personas pobres usuarias de droga a la delincuencia y violencia, por lo que al conmemorar el 43 aniversario de su fundación, advirtió que urge crear un sistema de prevención para enfrentar el problema.
“Lamentamos que se siga asociando a las personas pobres usuarias de drogas con la delincuencia y la violencia, aplicando una ley 50-88 anacrónica, que basada en estereotipos, discriminaciones y falsedades envía a prisión a personas inocentes, solo por ser usuarias de sustancias”, expresó Juan Radhamés de la Rosa, director de Casa Abierta.
Señaló que al parecer en el Estado a nadie le importa el daño probablemente irreparable que se les hace a estas personas, en su mayoría jóvenes, pero también del daño social que esto genera cuando son devueltos a la sociedad, porque son tratadas injustamente y violentan sus derechos.
Políticas públicas. En ese sentido, de la Rosa entiende que es urgente crear un sistema de prevención y tratamiento, ya que esa es la única forma de enfrentar con éxito el problema de las drogas.
“Insistimos también en aplicar estrategias de reducción de riesgos y daños, reinserción social de las personas que se han recuperado de adicciones”, sostuvo.
Asimismo dijo hay que despenalizar el consumo y liberar a las personas procesadas por ser consumidoras, así como elaborar una nueva ley en la que el paradigma que la guíe sea priorizar a las personas y sus derechos, la salud e inclusión social.
Aniversario. de la Rosa contó que Casa Abierta fue fundada en 1974, siendo la primera organización dominicana especializada en la prevención y el tratamiento del uso problemático de las drogas y otros problemas psicosociales asociados.
“Al arribar al 43 aniversario, celebramos el arduo trabajo de acompañamiento a la sociedad dominicana, impulsando propuestas innovadoras de prevención integral, desde las realidades de las comunidades”, manifestó.
Programas. Destacó que en todos estos años han trabajado con herramientas educativas, promueven el desarrollo de capacidades en las personas acompañadas, niños, adolescentes, juventud, adultos mayores, organizaciones, escuelas, para así afrontar los desafíos y promover relaciones sanas, positiva e igualdad.
De la Rosa detalló que en su programas han acompañado a 8,342 personas de todas las edades; han trabajado con 44 organizaciones comunitarias y redes.
En los programas psicológicos han ofrecido 570 sesiones individuales, 423 familiares, 248 grupales para un total de 1,241 sesiones de acompañamiento. Además trabajan con 50 niños y adolescentes en terapias de aprendizajes. Además cuentan con la colaboración de 12 personas profesionales voluntarias y 51 estudiantes de grado de distintas universidades.