Debido a la falta del aporte de la contrapartida económica del Gobierno, Casa Abierta,  institución  que trabaja en la prevención y el tratamiento de drogas en el país, se verá forzada  a devolver casi 15 millones de pesos de ayuda internacional para esa labor.

El anuncio lo hizo su  director ejecutivo,  Juan Radhamés de la Rosa, quien adelantó el cierre de muchos de los programas de la entidad, en caso de que el Gobierno no aumente el presupuesto, que es actualmente  de 14.6 millones.

La devolución de esos recursos a las agencias internaciones es debido a que el Gobierno  debe contribuir con  el 20 por ciento del total, lo que no ha sucedido. Los avances que la sociedad necesita y espera frente al grave problema de las drogas tampoco serán posibles para el próximo año 2010, asegura en un documento de la más antigua entidad profesional especializada en la prevención y el tratamiento de adictos en la República Dominicana.

De la Rosa lamentó que esa entidad tenga que devolver recursos económicos internacionales ya aprobados, por causa de la  imposibilidad de contar con  la indispensable contrapartida  dominicana, lo que deja desnudo lo incierto del cacareado combate a la drogadicción en el país.

“Desde ya advertimos que en el 2010, en lugar de avances, se producirá un mayor retroceso, debido al deterioro de las entidades sociales que trabajan en la prevención y el tratamiento de las personas con problemas de drogas”, dice.

Sostuvo que esto será consecuencia de que en el proyecto de ley de Gastos Públicos para el año 2010 fueran ignoradas las propuestas de Casa Abierta y las demás  entidades sociales especializadas en el tema de las drogas.

Casa Abierta  solicitó al Gobierno un presupuesto de 80 millones de pesos, ya que lleva tres años recibiendo apenas 14.6 millones, que no alcanzan para desarrollar siquiera los programa existentes.

El cierre de centros donde se rehabilita adictos viene desde hace tres años.

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Habrá que cerrar

La mayoría de las entidades, que tienen en conjunto más de 60 centros abiertos,  terminarán  el año a punto de cerrar varios de sus locales, con deudas acumuladas por alquiler de  locales y  servicios. En el  2008 cerraron 5 centros, en el 2009 cerraron 4, y todas las entidades han visto limitadas sus capacidades de atención y programas preventivos de forma significativa.