Al celebrar su cumpleaños, Casa Abierta lamenta haber sido por cuatro décadas la voz que clama en el desierto, demandando, proponiendo y denunciando que las actuales intervenciones contra el tráfico y consumo de drogas solo sirven para empeorar el problema.

“El Estado no puede seguir con una política contra las drogas anacrónica, desfasada, cruel e inhumana con las personas usuarias”, afirmó el director ejecutivo de Casa Abierta, Radhamés de la Rosa, en su intervención durante la celebración del 40 aniversario de la institución.

“A 40 años vemos una sociedad que ha permitido e incluso fomentado el tráfico y consumo de drogas ilegales y legales (que son las peores), merced al enriquecimiento que ellas generan, apoyadas en los altos índices de la corrupción verdadero cáncer del tejido social de nuestra sociedad. Conocemos el drama de los usuarios casi abandonados, rechazados y violentados en su dignidad y derechos humanos”, subrayó.

Criticó que las autoridades apliquen la mal llamada “Tolerancia Cero” solo a las personas más vulnerables, convirtiéndose en “una intolerancia selectiva”. Aseguró que la principal aliada con que cuenta el tráfico y consumo de drogas es la ausencia de verdadera política del Estado en materia de drogas.

Dijo que en realidad el tema de las drogas no está en las agendas de los políticos dominicanos. “Se han creado organismos (algunos incluso contra la ley, como es la dirección de drogas de la Policía Nacional) a las que estas políticas erradas mantienen con una mirada anclada en los años 50. Estos organismos, fundamentales para una intervención estatal coherente, actúa sin coordinación y descansando su accionar en actividades puntuales mediáticas y exagerados alardes de fuerza”, subrayó.