El director ejecutivo de Casa Abierta, Radhamés de la Rosa, rechazó ayer las acusaciones del presidente del Consejo Nacional de Drogas (CND) contra las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que trabajan en la prevención del consumo de estupefacientes y la rehabilitación de adictos y lo retó a que demuestre que ha entregado RD$20 millones a esas entidades como afirmó el funcionario.

De la Rosa acusó a Bonaparte Gautreaux Piñeyro de actuar como un «dictador», y dijo que es un hombre «autoritario y prepotente, abusador del poder que tiene».

manifestó que el CND, desde su fundación, ha enfrentado a las entidades que luchan contra las drogas «como si fueran sus enemigos».

Sin embargo, dijo que no le sorprende la actitud de Bonaparte Gautreaux Piñeyro porque desde que llegó al CND demostró una actitud de rechazo a las organizaciones que trabajan con el tema de las drogas, acusó a Gautreaux de no tener ni voluntad ni conocimiento de lo que debe hacerse en el país en materia de prevención del consumo de drogas.

Afirmó que el funcionario nunca se ha querido reunir con las instituciones que luchan contra las drogas a pesar de que le ha pedido varias citas.

Gautreaux Pineyro afirma en un escrito publicado ayer en este diario que algunas ONG que trabajan en la prevención y rehabilitación de adictos son «negocios» y añade que entre 1989 y el 2002 a estas entidades se les entregó RD$22 millones.

En tal sentido, De la Rosa manifestó que es la primera vez que un presidente del CND cuestiona la condición de ONG de Casa Abierta. Dijo que esa entidad fue fundada hace 30 años.

Consideró que el monto que señala el funcionario no se justifica puesto que las entidades que más ayuda reciben son Casa Abierta y Hogar Crea. Y añadió que Casa Abierta sólo ha recibido RD$35 mil mensuales desde 1989 y Hogar Crea RD$42 mil y las demás instituciones reciben mucho menos, por lo que no se justifica la cantidad que según el presidente del CND se le ha entregado a las ONG del sector.

Tras destacar el trabajo que realizan Casa Abierta y las instituciones que trabajan en la rehabilitación de adictos, De la Rosa expresó que «no es cierto que nuestras instituciones sean negocios».

De acuerdo con el director de Casa Abierta, Gautreaux Pineyro arremete contra las ONG que trabajan en el área de las drogas «porque es una persona que no entiende cuáles son sus funciones, que nunca supo lo que significa trabajar en el CND» y que se limitó a reproducir lo que otros hicieron en el pasado.

Sostuvo que a pesar de ser el presidente del CND, el funcionario nunca se acercó a las instituciones que trabajan en la prevención del consumo de drogas y la rehabilitación de adictos.

Calificó al CND como una institución anquilosada que nunca ha supervisado el trabajo de nadie. Además, dijo, desde que Gautreaux Piñeyro llegó a ese organismo no se ha iniciado ningún programa nuevo, pues apenas se limita a hacer actividades en la calle para que digan que está haciendo algo «y no respeta el trabajo que hacemos nosotros».

Reiteró que los fondos que por ley le corresponden no están llegando a las instituciones que luchan contra las drogas.

Asimismo, De la Rosa reiteró sus denuncias de que funcionarios del CND, civiles y militares, utilizan las propiedades incautadas a personas acusadas de narcotráfico.

«El (Gautreaux Piñeyro) tiene que explicar qué está ocurriendo con las propiedades que están siendo usadas por particulares, por militares, por funcionarios del Consejo y por el Consejo mismo que tiene un local como casa club, mientras las instituciones que luchan contra las drogas están siendo amenazadas de desalojo», subrayó De la Rosa.

Dijo que el funcionario tiene que explicarle al país qué está ocurriendo con los fondos generados por la Ley 50-88 y emplazó a Gautreaux Piñeyro a que hable del caso Horacio Cano del cual dijo el CND adeuda más de RD$2 millones a las instituciones que luchan contra las drogas.

En relación a la afirmación del presidente del CND de que se retiró de una reunión donde se discutía el tema, De la Rosa dijo que esa ocasión Gautreaux Piñeyro asumió una actitud «agresiva, violenta y abusadora» e incluso no dejó hablar al presidente de la casa El Mesón de Dios.