El director de Casa Abierta, Juan Radhamés de la Rosa, propuso ayer al presidente Danilo Medina un indulto general que retorne a sus familias a los detenidos o procesados por simple posesión de drogas narcóticas, los que, según afirmó, constituyen la mayoría de los apresados por violar la Ley 50-88, que calificó de anacrónica y perversa.

Se quejó de que en su plan de gobierno para los próximos cuatro años, el presidente Danilo Medina no tocara ni siquiera tangencialmente el grave problema de las drogas, lo que, según afirmó, indica que seguirá una política antidroga mediocre, violatoria de los derechos humanos, corrompida y abusiva.

En vez de la 50-88, de la Rosa favoreció una ley moderna que despenalice los consumos, “convertidos en delito por la perspectiva ultraprohibicionista, sin más argumento que el miedo y la represión”.

Dijo que Casa Abierta tenía grandes expectativas sobre el discurso del jefe del Estado al asumir el nuevo mandato, a propósito del abordaje sobre las drogas que hizo en la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde planteó la necesidad de políticas antidrogas centradas en el ser humano y la reducción no solo de la oferta, sino también, y muy especialmente, de la demanda de estupefacientes.

De la Rosa dijo que el primer mandatario todavía está a tiempo de impedir el excepticismo y la frustración creciente, de que él habló en la Celac.

“Las consecuencias de estas políticas basadas en la Ley 50-88, son la gran paradoja de una red invertida e injusta, pues atrapan a los más pequeños y débiles, pero dejan pasar a los grandes y poderosos”, expresó.

Subrayó que Medina aún está a tiempo, de impedir la reiteración por cuatro años más de estas miradas ultraconservadoras.

“El nuevo Gobierno, si ama la justicia, tiene la obligación de atreverse a abrir nuevos debates, a explorar nuevos caminos, para definir políticas de drogas centradas en el ser humano”, sostuvo de la Rosa.