WASHINGTON, Dic 21 (AFP) – La Casa Blanca reconoció este miércoles que tiene las manos atadas en el tema de la huelga de trasportes, en función de que legalmente no puede intervenir, por lo que urgió a los trabajadores y autoridades de la ciudad a zanjar sus diferencias.

   «Creo que es un hecho desafortunado, y espero que las dos partes puedan resolver sus diferencias de manera que la gente de Nueva York pueda desplazarse de acuerdo a sus necesidades», dijo el portavoz Scott McClellan.

   «Se nos tiene prohibido intervenir en las huelgas de transporte», aunque el gobierno federal puede ofrecer ser mediador, agregó el portavoz. «Urgimos a las partes a llegar a un acuerdo y resolver sus diferencias».

   Los cerca de 34.000 trabajadores del sistema subterráneo y de buses continuaron la huelga el miércoles a pesar de que una orden de la corte les impuso una multa de 1 millón de dólares diarios durante el paro.

   Esta es la primera huelga del mayor sistema de transporte público de Estados Unidos en 25 años.