Continuando mi trayectoria en la primera provincia oriental o sea San Pedro de Macorís, la sultana del este, como siempre buscando aquellas edificaciones cuyos arquitectos o geniales maestros constructores la levantaron con una fachada donde presentan algo estructuralmente curioso para diferenciarlas de las demás viviendas.
Así en la ciudad en la que sigo recorriendo sus calles y avenidas llego a la calle de nombre Alberto Caamaño Deñó casi esquina Doña Consuelo M., donde encuentro una de estas edificaciones pero sin número. Es una casa de un sólo nivel la cual para la parte correspondiente al lateral derecho presenta una corta galería con una marquesina cuyo techo sobresale hacia delante pero de forma triangular, la cual curiosamente en la parte superior de atrás deja una cavidad que no lo posee ninguna otra vivienda petromacorisana. Esta la sostienen dos columnas góticas cuyo cuerpo redondo está estriado con líneas verticales ahuecadas ovaladas, y curiosamente en la parte atrás posee otra columna de cuerpo igual la cual es solitaria, esta interiormente sirve de garaje para dar entrada a un vehículo.
A esta le continúa una pared que tiene una puerta y dos estrechas ventanas rectangulares las cuales están cerradas con cristales y no poseen marquesina.
Seguida por otra pared central que es de más amplitud la cual tiene la entrada principal pero con dos puertas de las que son para lateralmente, y en cada lado poseen una ancha ventana cuadrada, todas cerradas con cristales. Esta igualmente en la parte superior tienen otra marquesina también muy amplia, con el mismo techo sobresaliente triangular, el cual esta vez no posee hueco debido a que tiene un tragaluz con vidrios.