Casa Cuesta presenta colección “Arte de Café” con obras de Virgilio Méndez

Casa Cuesta presenta colección “Arte de Café” con obras de Virgilio Méndez

Vicky Malla, María de Jesús viuda Méndez y Beatriz Puello.

Casa Cuesta  presentó hoy  la décima cuarta entrega de la colección “Arte de Café”, con las obras del prestigioso pintor Virgilio Méndez, quien se ha convertido en una tradición esperada cada año por clientes, consumidores y amantes del arte.

Las piezas de la nueva colección fueron presentadas durante un encuentro efectuado en la sucursal de la avenida 27 de Febrero, con la participación de ejecutivos de Casa Cuesta y de CCN, que destacaron que, con esta nueva entrega, se pone en manos de los clientes , exquisitos artículos que exaltan la obra de consagrados pintores.

La Colección incluye 2 sets de 2 tazas de café, 2 sets de 2 platos decorativos de postre, 2 platones decorativos redondos, 4 platos pequeños cuadrados, 1 cafetera, set de azucarera y cremera y platón decorativo rectangular.

Con esta décimo cuarta entrega de Arte de Café están presente «las mujeres y hombres que viven en el silencio de la escasez…», siendo el sentimiento que el artista proyecta y propone con el hermoseamiento de los rostros en sus personajes, peinados y vestuarios. A través de esta colección se plasma la belleza de la mujer mulata dominicana, con la firmeza de sus trazos y la transparencia de la acuarela.

Piezas de la XIV colección Arte de Café.

Piezas de la XIV colección Arte de Café.

“Arte de Café” forma parte de las iniciativas que realiza la empresa a través del proyecto “Orgullo de mi Tierra”, en su búsqueda de «Tesoros Dominicanos», donde encontramos hombres y mujeres que materializan con su obra nuestra identidad.

Sobre “Arte de Café”

En el 2003 fue exhibida la primera colección, presentando como invitado al afamado pintor Dionisio Blanco, quien en cada una de las piezas dejó plasmado el sello de los «Sembradores» y «Campesinos sin rostro».

En el 2004, el colorido de la pintura de Guillo Pérez protagonizó la propuesta, motivando a los clientes a adquirir la colección.

La tercera entrega realizada en el 2005, con los diseños de la poética de la pintura penetrante de Cándido Bidó, hicieron acto de presencia, con su singular estilo, en el que abundan los colores y las formas.

En el 2006 sirvió para ampliar la propuesta, con la celebración de los 100 años del natalicio de Yoryi Morel. Entonces el Autorretrato, Los Flamboyanes, La Fiesta Campesina y Pelea de Gallos adornaron cada una de las piezas que conformaron la colección de ese año.

La quinta colección de “Arte de Café”, en el 2007 fue engalanada con el artista Plutarco Andujar.

En el 2008 Elsa Núñez enfatizó la presencia de un mundo emotivo interior, intenso y dramático, en la sexta colección dispuesta por Casa Cuesta.

En la séptima entrega Teté Marella desbordó su arte para dejar en la colección figuras femeninas con cierta vivacidad y languidez que desprenden ropajes de épocas anteriores y damas redondeadas, apacibles, sensuales y lúdicas como elementos principales de su obra.

La octava colección le rindió homenaje a Jorge Severino, contando la historia de la negritud, inventada quizás, de un pasado glorioso que es más cercana al futuro anhelado que al pasado al que invoca. Pero sus figuras reposadas, sedentes, también ocultan sortilegios, augurios, encantamientos. La clave puede residir en un dije o una ajorca, en ese pendiente o en aquel azabache.

En la novena entrega hicieron honores a Amaya Salazar y a sus personajes sin rostro que habitan ambientes místicos y mágicos donde la luz y la flora de las Antillas están presentes.

La décima entrega le rindió tributo a Miguel Núñez con sus mujeres y sombrillas, verdes paisajes y nuestras calles de la Zona Colonial.

En la décima primera entrega el agasajo fue para Silvio Ávila, honor al dibujo y al color, instrumentos narrativos de un sueño para alcanzar la luna que sintetiza las fuerzas del don de anhelar.

En la décimo segunda entrega homenajearon a la obra de Antonio Prats Ventós.

La décimo tercera entrega fue de José Morillo con sus representaciones más del arte Naíf en la República Dominicana.