Casa  de Duarte 
Un recorrido por la historia patria

Casa  de Duarte <BR><STRONG>Un recorrido por la historia patria</STRONG>

POR MARGARITA QUIROZ
Bienvenidos a la casa de Duarte”. Con esta cordial expresión, guías imbuidos del ideal duartiano, invitan al visitante a entrar a lo que otrora fue la vivienda natal de Juan Pablo Duarte, hace años transformada en un museo que recrea, con mobiliarios, retratos, documentos, armas y libros, la vida del insigne patricio.

Penetrar a esta modesta casa de estilo colonial, ubicada en la calle Isabel la Católica número 308, significa desandar imaginariamente el camino recorrido por Duarte y revivir, a la vez, las hazañas que junto a los Trinitarios realizó para lograr la Independencia de la República.

Para ampliar el Museo de Duarte, como le han denominado –ya que antes se componía de sólo dos salas–, la dirección del Instituto Duartiano decidió unirlo a dos casas contiguas, incluyendo la que perteneció a la poetisa Salomé Ureña de Henríquez.

Ya ampliado, el Museo de Duarte dejó de ser el depósito que guardaba algunas piezas históricas, para convertirse en un refugio digno del hombre a quien se le honra y, ejemplo además para algunas instituciones culturales.

12 salas hablan por sí solas del valor histórico que allí se guarda. No obstante, uno de los lugares más atractivos es el que exhibe varios dioramas encendidos recreando la fundación de La Trinitaria, el Trabucazo de Matías Mella en la Puerta de la Misericordia, el primer izamiento de la Bandera en El Conde y el regreso triunfal de Duarte a Santo Domingo tras la independencia.

Pero, allí el estudiante puede también consultar en la biblioteca  publicaciones, admirar las efigies y fotos de los próceres en sus murales y participar en conferencias sobre el Patricio, los Trinitarios o la independencia.

De lo que se trata es que ningún dominicano se pierda la experiencia de hacer este recorrido por la vida de Juan Pablo Duarte y para esto no tiene que esperar una fecha específica, tan sólo salir para allá, cualquier día, de lunes a viernes de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, con el firme propósito de darse “ un baño de patria”… y, apenas por cinco pesos.

Sin duda, de eso se trata, que el dominicano conozca o abunde sobre la vida de Duarte para que luego difunda la historia patria y mantenga en alto los valores de la dominicanidad.

Las salas

En la primera sala del museo el visitante podrá rápidamente ver cómo vivió Duarte desde su nacimiento un día como hoy, 26 de enero de 1813, hasta su muerte, el 15 de julio de 1876.

Además, podrá observar los muebles de estilo art nouveau que tenía en su casa de Venezuela, luego del exilio; una virgen de madera, un crucifijo, el escudo de la familia, un mural representando una obra teatral en protesta a la ocupación haitiana y un óleo a color de un Duarte de pie, sosteniendo un bastón; realizado por el español Pedro García de Villena, copia de uno en blanco y negro que hiciera un artista venezolano de apellido Rey.   

Este mobiliario fue traído al país por la familia Ayala Duarte descendientes directos de Vicente Celestino Duarte, hermano de Juan Pablo Duarte.

En la sala B hay una pequeña muestra de las pertenencias de Manuela Díez, madre de Duarte, entre los que figuran una fotografía en blanco y negro, unas medias, un abanico y un  juego de cucharas y tenedores.

Ahí también hay un diorama que muestra una de las tantas reuniones que realizaron Los Trinitarios en la casa de Chepita Pérez, madre de Juan Isidro Pérez, un proyecto de Constitución que escribió Duarte  y el anillo que Manuela Díez le regaló a su hijo para que éste a su vez se lo obsequiara a su novia María Antonia B.

Y, de esta forma, el recorrido continúa… y, de repente el visitante posiblemente quede impresionado al observar en una de las paredes la última adquisición de la Casa de Duarte: un juego de esgrima y una máscara de la época, donadas por una fundación francesa. El interés es que el dominicano pueda apreciar cómo era el arma con la que el Patricio enseñaba a sus amigos esta disciplina.

Pero, además, podrá hacer un recorrido por la historia patria a través de una exposición fotográfica que relata los acontecimientos más importantes suscitados entre el período de 1844 (la Independencia) hasta 1863 (cuando se inicia el movimiento de la Restauración).

Igualmente, su última sala denominada “Lienzo de la Patria”, la cual está en su etapa final, que tendrá por finalidad ilustrar a través de obras de arte de destacados pintores criollos, la historia de la República, desde su descubrimiento hasta la actualidad, gracias a la idea y donación de las Fuerzas Armadas Dominicanas.

En la casa donde nació y vivió Salomé Ureña de Henríquez junto a su familia, hay una pequeña muestra bibliográfica que habla de esta insigne dama, y al otro extremo varios objetos más que pertenecieron a la familia Duarte.

En esta casa además hay retratos de un Duarte joven y adulto, su acta de defunción, un ataúd de metal en el cual trajeron sus restos de Venezuela, rifles y sables, un mechón de su cabello, parte del árbol debajo del cual Pedro Santana y Duarte realizaron la famosa reunión en el Sur, una reproducción en madera de la pistola que usaba Duarte, así como muchas, muchas cosas más…

En sus bellos jardines hay varios bustos de los Trinitarios y un sembradío de Filoria Jasmín de Malabar, hermosa flor blanca que identificaba a la mujer luchadora a favor de la independencia. Por lo general, estas mujeres se colocaban la flor en el pelo o el pecho y fue traída al país desde Venezuela por Filomena Fernández de Coba.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas