Casa de los caracoles en San Pedro Macorís

Casa de los caracoles en San Pedro Macorís

El diseño y movimiento estético en la estructura antigua de la urbe petromacorisana no solamente se caracteriza por la decoración arquitectónica, sino también por la innovación creativa realizada por los maestros arquitectos que hubo en el siglo pasado.

Así, nuevamente regreso a la ciudad de San Pedro de Macorís y, recorriendo sus calles, llego a la avenida Independencia esquina Rafael Deligne, donde me detengo para observar con detalle una edificación de dos niveles construida en la época republicana, cuya estructura es muy singular. Curiosamente abarca otro ángulo, que es el correspondiente a la calle  Domingo Isamber, cuyos dos vértices esquineros son poligonales.

Su principal atracción se encuentra en el segundo nivel: se trata de sus paredes,  cubiertas con un empañete compuesto totalmente por incrustaciones de millares de caracolitos, único existente en una antigua vivienda de la ciudad, y   razón por la cual esta edificación es llamada La casa de los caracoles”.

En él también hay otra curiosidad, la cual se puede observar en todas sus puertas y ventanas. Cada una consta de un marco cuyos bordes son jambas (piezas verticales que sostienen el dintel, o sea, la parte superior de ellas) las cuales poseen encima una gruesa moldura sobresaliente, dividida al medio  por una ornamentación compuesta por curvas laterales invertidas, las cuales encierran un bloque con cinco líneas ovaladas que sobrepasan la parte superior.

Además,  debajo tienen una hilera de dentículos,  adornos arquitectónicos compuestos por pequeños bloques sobresalientes que simulan dientes cuadrados, utilizados para formar un dibujo decorativo.

Igualmente, en el remate se contempla un cornisamento que encima contiene un borde formado por una baranda compacta, con un pasamano en cada esquina y, en la mitad, la corona, un bloque formando un globo de cuerpo estriado con un anillo al centro.

El primer nivel del edificio tiene las mismas puertas y ventanas, peor  sin adorno alguno.

Sin embargo, éstas poseen en la parte superior un balcón corrido que en ambos lados dobla, sostenido por ménsulas, adornos que sobresalen de un plano, cuyos balaústres, que son de hierro, están formados por  barras verticales unidas por otras curvas y enrolladas.

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