Casa de Teatro cumplió alegremente 34 años

Casa de Teatro cumplió alegremente 34 años

Cada aniversario de Casa de Teatro se parece al anterior y al mismo tiempo se celebra de una manera singular.  Se parece al anterior porque siempre triunfan la alegría, el placer de reencontrarse y la oportunidad de un saludo homenaje a Freddy Ginebra, su fundador, su director, su “duende mayor”, ¡según ya lo apodan casi oficialmente! Se celebra cada año de una manera singular, acudiendo grupos y personalidades que se sienten hermanados, poco importa de dónde vengan, presentándose exposiciones y espectáculos innovadores, volviendo también artistas que vieron surgir este fenómeno de la cultura y que, como la casa anfitriona, al filo de los lustros han conservado su poder de encantamiento.

Sabemos que Casa de Teatro nació el primero de julio 1974… pero cada vez la numeración pierde más importancia. Más aún, se ha implantado de modo tal en la histórica calle Arzobispo Meriño que tenemos la impresión de que siempre ha estado aquí… Ese sentir late en los corazones de una multitud de asiduos, dominicanos o ciudadanos de cualquier latitud, quienes jamás la olvidan y con frecuencia preguntan por ella. Uno de los ejemplos de esta memoria viva es el escritor Mario Vargas Llosa.

 La fachada no ha cambiado, sencilla, modesta, rectilínea, pero desde que se atraviesa el umbral la visión cambia, y cualquiera se maravilla por el aprovechamiento del espacio, por la ampliación aparentemente incontenible, por el crecimiento en altura y escaleras, por las múltiples salas y salitas, por la distribución tan eficiente de las diferentes funciones y propuestas.

Al mismo tiempo, la metamorfosis paulatina ha preservado la tradición y el estilo seculares,  la necesaria modernización del equipamiento ha sabido no romper con los legados formales, de igual modo la rusticidad elegante de cada elemento agregado inteligentemente, contribuye a una estética conjunta y familiar. Estamos convencidos de que esta muy poco común armonía entre estructuras básicas y ensamblados ingeniosos es también un factor de comunicación visual y de agrado de los usuarios. Si “Casa de Teatro somos todos”… “Casa de Teatro son todos” los perfeccionamientos y aportes, increíblemente multiplicados y organizados en una superficie tan limitada.

La casa  y Freddy de ayer a hoy. Cuando se inició Casa de Teatro, en el 1974, ya tenía su definición y razón social, Fue efectivamente  con una obra de teatro, “Proceso por la sombra de un burro”, dirigida por Rafael Villalona, en la que actuaban Ángel Haché, Elsa Núñez y el propio Freddy Ginebra. Desde los comienzos, hubo un elenco de la “casa”, integrado por gente preparada y valiosa. Además se invitaron varios grupos, conformando así un centro para el arte dramático, con una programación prácticamente diaria, con sabor a vanguardia y experimentación. Era la institución alternativa, y el público respondió…

A nadie le sorprenderá el entusiasmo de Freddy Ginebra por el teatro, ya que, desde su adolescencia y en el colegio de La Salle, como lo recuerda Ángel Haché, él formó parte de un grupo  teatral de intensa actividad. Pronto, además de actuar, escribiría piezas, tendría un programa de televisión y sería uno de los miembros fundadores de La Máscara.  No se trató de una fiebre de juventud… Freddy ha conservado la pasión por la escena, pero, al  igual que Casa de Teatro cuya imagen lo refleja como “su” espejo, y a través de Casa de Teatro, todas las bellas artes y áreas de la cultura han sido objeto de la dedicación felizmente obsesiva de un gestor excepcional, polifacético y triunfante.

Al lado del teatro, tomaron posesión del lugar y alternaron la(s) música(s), la danza, el cine, la literatura, las artes visuales, los coloquios, los festivales, las charlas, los foros, los concursos, los talleres, los talentos nacionales e internacionales. Casa de Teatro y su equipo – sí, es hoy un colectivo de más de quince personas- hacen pues una labor de prospección para conseguir lo mejor y dar oportunidades a las vocaciones emergentes, para diversificar y divertir educando. No obstante, si la sobrecargada agenda lo permite, las propuestas externas se aceptan, siempre que tengan calidad y respondan al espíritu de la casa. Es así como se ha convertido en hogar del jazz dominicano, latinoamericano e intercontinental; por cierto, la manifestación estelar de este año ha sido  considerada excelente por exigentes conocedores.

El fabuloso mes aniversario ha logrado –una costumbre bien arraigada- proyectar hacia una comunidad de fieles y nuevos adeptos, hacia tres generaciones de seguidores, una síntesis de sus ofertas culturales de todo el año. ¡Bravo, Casa de Teatro, Freddy, sus colaboradores… y nosotros, puesto que “Casa de Teatro somos todos”!

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No hubo días cumbres

En este aniversario, cada uno brindó una fiesta del arte y la cultura en distintos campos. Sin embargo es casi una norma, el 30 de julio fue la máxima noche de las celebraciones, entre la entrega  del Premio Internacional de Cuento y Poesía, y el jazz: en el país, jazz del patio y jam session.

El protagonista

Freddy Ginebra

Director de Casa de Teatro

Publicista

 Escritor

Doctor en Derecho, aunque no lo dice

Destacado. Desde su niñez ha tenido una vocación tanto por el arte como por los valores humanos: educar y servir al prójimo sin interés personal.

  “El duende mayor”, como muchos le llaman, ha sabido llevar adelante a esta Casa de Teatro, casa de de la amistad, casa de la creación.

 Su talento, creatividad y dotes artísticos quedan plasmados con la fundación, en 1974, de Casa de Teatro, que sin lugar a dudas ha sido refugio de los artistas dominicanos y de los amantes del teatro.

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