Casa de teatro un aniversario de todos… para todos

Casa de teatro un aniversario de todos… para todos

Cuando Casa de Teatro cumplió seis lustros, dedicamos el artículo a su creador en estos términos: “A Freddy Ginebra le conocen y reconocen como animador, escritor, actor, publicista y poeta, artista al fin.

No obstante, hay en su personalidad también un organizador, un administrador, un profesional de la gestión, lo que permite que una institución, totalmente privada y dependiendo del mecenazgo, siga en pie a las tres décadas de su fundación. Tiene pues los pies en la tierra y la cabeza en el cielo. En el caso de Casa de Teatro y de su director-fundador, la fe mueve montañas, hasta borra los estragos de huracanes y sobrevive a las peores crisis económicas: Freddy crea y cree.”

Hoy, este planteamiento ha conservado su plena vigencia, con una categoría aun fortalecida: Freddy Ginebra es el coordinador de “Santo Domingo, Capital Americana de la Cultura 2010”, con sobrada experiencia, bien ganada en esta irradiación cultural.

No cabe duda de que Casa de Teatro, como institución, cubre en su proyección y sus actividades artísticas, un área a la vez local, nacional y hemisférica, a veces planetaria. Además resulta impresionante que tres generaciones de espectadores participantes –y pronto cuatro– se hayan sucedido desde su fundación… y se junten allí, con igual convicción y entusiasmo: el duende Freddy ha sabido evolucionar e integrar. Otro testimonio emocionante es la participación de sus hijos para que la obra continúe.

Datos históricos.  Casa de Teatro nació el 31 de julio de 1974, y pronto, el 5 de agosto 1975, obtuvo la personalidad jurídica, incorporada como fundación sin fines de lucro y organización no gubernamental. El compromiso de desarrollar el arte y la cultura en beneficio de la comunidad estaba sellado desde los inicios, y se hizo de una manera particularmente social, abierta,  apoyando como un todo indisociable a los artistas y sus públicos.

Freddy comenzó aquella ingente tarea para las artes escénicas, según lo indica la razón social. Sin embargo, muy pronto todas las artes, la literatura y otras especialidades humanísticas cupieron entre los muros pluriseculares…

No puede uno más que maravillarse cuando, en el 2009, se celebraron 24 exposiciones, 112 conciertos. 6 recitales de poesía, varios montajes teatrales, espectáculos de ballet, festivales de cine y cine-club, sin olvidar  las actividades educativas de talleres y cursos. Si bien la mayoría concierne y estimula a grupos y artistas nacionales, las presentaciones internacionales también abundan.

Casa de Teatro es el lugar predilecto de los jazzistas criollos y foráneos que nos visitan, de los compositores, cantantes y cantautores, de los solistas vocales e instrumentales. Y, aunque la programación presenta y homenajea a los maestros de la música –generación de la apertura–, la predilección de la Casa –siguiendo la orientación de Freddy– es respaldar… revelar y lanzar a talentos emergentes. Esa acción por el futuro se extiende a los creadores jóvenes de otras disciplinas, concursos y exposiciones concretando ese apoyo, consciente y constante. Certámenes de arte joven, de fotografía, de literatura –con categoría internacional, abarcando ya la novela– tienen allí su hogar… con varias salas. La calidad  impera en los jurados invitados y por supuesto en las obras premiadas. Casa de Teatro, siempre placentera, no se quiere complaciente: la seriedad impone su denominador común, al igual que la riqueza de expresiones, todavía seguidoras de las  corrientes modernas o más audaces hacia un arte radical, si no de ruptura.

Hace poco lo comprobamos en el Concurso de Pintura Joven. Señalamos entonces que la pintura de la nueva generación –los artistas deben tener menos de 35 años– mantiene formalmente  el gesto, la pasta, el pincel, a la vez que mensaje y contenido suelen proponer un compromiso con los temas y las preocupaciones de la época, pero sin estridencias ni mal gusto. En Casa de Teatro 2010, la buena disciplina se conserva, como  le confirma la muy reciente exposición de maniquíes, a partir de muñecos hermosísimos, de morfologías y dimensiones tradicionales, (re) pintados por artistas. El mensaje de Freddy Ginebra esta claro: decoren, interpreten, innoven, comuniquen, metaforicen, pero preservemos la propuesta fundamental.

¿Y la bohemia?.  Otro de los motivos de admiración y asombro es observar cómo una casa tan especial ha ido aprovechando y creando aún espacios, nuevas salas, nuevos rincones, en el jardín y bajo techo, en el primer y el segundo piso. Esa lograda “remodelación” permanente, no solamente mantiene el ambiente de animación y simpatía, una tradición desde hace 36 años… sino que lo ha desarrollado, ampliado e intensificado. Casa de Teatro  diariamente alberga, en su “mesón” cobijado por las estrellas,  las reuniones, las tertulias, las coincidencias amistosas, lugar predilecto de la bohemia intelectual, de las discusiones (no tan) locas, de los proyectos utópicos.

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