Marly Sophia Lorzeil tiene 16 años y cursa el tercero de bachillerato en el liceo Estados Unidos, del sector San Juan Bosco en la Capital. Con sorprendente madurez, cuenta que perdió a su padre y a varios familiares y amigos en el sismo que sacudió a Puerto Príncipe el 12 de enero. Marly es uno de los casi 26 mil estudiantes haitianos que reciben docencia en el país. En total, en el país 49,068 escolares extranjeros reciben clases en escuelas públicas y colegios.
El sistema educativo nacional tiene matriculados a 49,068 estudiantes extranjeros, procedentes de 50 países, quienes asistieron a los centros educativos públicos, privados y del sector semi-oficial en el pasado año escolar 2008-2009.
De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Educación, la mayoría de los niños y jóvenes extranjeros que estudian en las escuelas y colegios del país son haitianos, con 25,860 inscritos. De estos, hay 22,920 que asisten a centros públicos; 2,590 a colegios privados y los restantes van a centros semi-oficiales.
Diversidad. Lo contrario ocurre con los estudiantes de Estados Unidos quienes, con una presencia de 15,004, se concentran mayormente en los colegios privados (13,249). Apenas 373 estudian en los centros semi-oficiales.
El tercer lugar lo ocupan los puertorriqueños, que tienen en el país una comunidad de 1,533 estudiantes, de los cuales 1,141 van a colegios privados.
Es considerable también la presencia de niños y jóvenes españoles en los centros educativos del país, con 770 inscritos, mayormente en el sector privado (637). Siguen los venezolanos con 625 alumnos, de los cuales hay 385 en colegios y 216 en centros públicos.
Aunque en menor cuantía, hay en el país estudiantes de los niveles inicial, básico y medio de Afganistán (41), Alemania (213), Antigua (21), Argentina (157), Aruba (23), Australia (10), Austria (28) y Bélgica (17).
De igual forma, aquí estudian muchachos de Bolivia, Brasil, Gran Gretaña, Canadá, Chile, China Colombia, Corea, Costa Rica, Cuba, Curazao, Dinamarca, Dominica, Ecuador, Filipinas, Francia, Grecia, Guadalupe, Guatemala, Holanda, Honduras, Italia, Jamaica, Japón, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Rusia, El Salvador, San Marino, (una república europea enclavada en territorio Italiano) Suiza, Taiwán, Uruguay y Venezuela, entre otras.
Dominicanos. Por supuesto, los estudiantes criollos son mayoría con 2,601,805 inscritos; 1,918,369 en el sector público; 622,574 privado y los restantes 60,862 en el semi-oficial.
Diversidad
A pesar de que la presencia de estudiantes de 50 países representa un elemento enriquecedor del proceso de aprendizaje, que podría ser aprovechado en términos de la diversidad social, es poco lo que se repara en ese tema en las aulas dominicanas.
En las universidades
Las estadísticas más recientes de que dispone el ministerio de Educación Superior revelan que en el primer semestre del año 2005 las cinco nacionalidades más frecuentes de extranjeros en academias del país eran: estadounidense (2,325), haitiana (1,915), venezolana (199), cubana (99), colombiana (85) y española (73).
Con mil sueños
Marly Sophia Lorzeil tiene 16 años y cursa el tercero de bachillerato en el liceo Estados Unidos, del sector San Juan Bosco en la Capital.
Aunque apenas se acostumbra a las expresiones de sus compañeros dominicanos, asiste regularmente a clases y no parece distraída en su segundo año escolar de este lado de la isla. Afirma, confiada, que le va muy bien.
Con sorprendente madurez, la niña cuenta que perdió a su padre y a varios familiares y amigos en el sismo que sacudió a Puerto Príncipe el 12 de enero, y cambia de tema para hablar de su sueño de ir a la universidad y de convertirse en doctora, al igual que su hermana.
Marly Sophia es parte de los 25,860 haitianos que estudian en escuelas y colegios del país. De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Educación, hay 49,068 extranjeros estudiando aquí.
Los estudiantes haitianos que se integran al sistema educativo nacional vencen una gran cantidad de obstáculos que van desde las dificultades para su matriculación hasta la barreras del idioma.
Marly se siente dichosa de estar en el país y con pícara sonrisa asegura que ya se convirtió en una más del grupo de niños del curso.