POR MARIEN ARISTY CAPITAN
Con una inversión de RD$5,827,649.09, la Secretaría de Educación está terminando de reparar y acondicionar la Escuela Fray Ramón Pané, un centro escolar que estaba en una muy precaria situación. La escuela, ubicada en el sector de Los Jardines, tenía profundas grietas y agujeros en las paredes. Esto hacía que maestros y estudiantes temieran por su seguridad, tal como lo había reseñado este diario el 23 de agosto de este mismo año.
En aquella oportunidad se denunció también que el plantel tenía los suelos hundidos y las butacas deterioradas. Las ventas estaban rotas o habían dejado de existir, al igual que las puertas cuyos marcos hace tiempo que echaban de menos algún marco, bisagra o tornillo.
Todo eso quedó atrás. A cargo del ingeniero Edgar Messina, la escuela comienza a tener otra cara. El ejemplo de ello está en los baños: mientras antes las instalaciones sanitarias daban pena, ahora pueden verse lavamanos y sanitarios nuevos. También ha sido cambiado el suelo, que estaba roto y hundido.
Al hablar de hundimiento, tal como explicó el director del centro, Hilario Urbano Marrero, actualmente están trabajando con las causas de ese problema. Por ello, aunque con dolor, los grandes árboles del centro pronto dejarán de existir: sus gruesas raíces, que se expandían ni orden, eran las responsables de los agrietamientos de las paredes y el hundimiento de los pisos.
Estos árboles serán reemplazados por otros que no dañen la insfraestructura. Antes, los que están ahora deben terminar de secarse. Verlos duele. También el saber que nunca debieron estar ahí.
Varios suelos han tenido que ser cambiados a causa de estas raíces. También han tenido que rellenarse muchas grietas. Este trabajo no hubiera sido necesario de no tener este tipo de árboles en el plantel.
En otro orden, es agradable saber que las filtraciones que lastimaban los techos ya no están. Impermeabilizada, la escuela ya no tendrá las goteras que exhibía con pena y vergüenza.
Otra novedad de este espacio es que le han puesto alambres de seguridad alrededor de todas las paredes para evitar que en horas de la noche el plantel sea «visitado» por quienes no deben estar allí.
Feliz al ver cómo un grupo de obreros pinta la escuela y cambia las instalaciones eléctricas, el director del centro señaló que sólo tiene una preocupación: que al terminar las obras le cambien las butacas.
Para Marrero es importante todo lo que están haciendo por este plantel que data de 1976. Sin embargo, dice, el mobiliario que tienen está en muy mal estado, por lo que espera que al inaugurar la escuela lo equipen. De lo contrario, el contraste sería triste.
Respecto a lo que se está haciendo para evitar que la escuela vuelva a estar en mal estado, Marrero sostiene que han decidido cambiar las puertas de madera para colocar unas de metal. Estas, asevera, no podrán ser destruidas por los estudiantes.
En cuanto a la fecha en que este centro será entregado a los docentes y estudiantes, el ingeniero Messina aseguró que estará listo en dos semanas. Por ello, indicó, los estudiantes lo verán distinto cuando regresen de sus vacaciones de Navidad. Ese será un gran regalo de Reyes.