El Gobierno pudo, en vez de entregar 400 millones de pesos para el reinicio de la construcción del acueducto de Higüey, aportar como contrapartida materiales producidos en el país, incluidos tubos de PVC y otros insumos, se comentó ayer en círculos empresariales locales.
Según se explicó, el anuncio de que el Presidente entregara esa suma de dinero con cargo al presupuesto para la construcción del acueducto de Higüey a la firma constructora Ghella & Asociados, es revelador de que el Gobierno dominicano está comprometido a entregar una contrapartida para la ejecución de ese proyecto con financiamiento internacional.
Todavía no se conoce el contrato firmado entre el Estado y la firma constructora Ghella & Asociados para la construcción del acueducto de Higüey.
Se explicó que si en vez de pesos dominicanos, el Gobierno hiciera su aporte en materiales fabricados en el país, se evitarían presiones sobre el mercado cambiario a la vez que contribuiría a mantener y generar empleos en la industria local. De esta manera el Gobierno estaría apoyando la política de estabilización cambiaria que aplican las autoridades monetarias del país y haciendo sostenible el alto crecimiento que presenta la economía.
Se explicó que esto también evitaría que el fisco sea perjudicado, al no verse obligado a incurrir en un sobre-costo en la ejecución de la señalada obra, contrario a lo que ocurriría se persiste en el intento de importar las tuberías desde Italia, a un costo que más que duplicarían el precio que podría ofertar la industria local.
Sólo el pago de fletes en la importación de mercancías que hacen tanto volumen como los tubos de PVC y que más si vienen de un país tan lejano como Italia, hacen irracional que se prefiera la importación en vez de la obra se supla de materiales fabricados por la industria local.
Se indicó que si en el caso del acueducto de Samaná se pudo llegar a un acuerdo que permitió a la industria local suplir los tubos de PVC y otros insumos, gracias a la mostrada por las partes, en el caso del acueducto de Higüey esta solución se hace más aconsejable, ya que en el caso de aquel proyecto el Estado no estaba obligada a dar una contrapartida, pero en el caso del Acueducto de Higüey si lo estaría, si se toma en cuenta de que se anunció que el presidente de la República acaba de entregar 400 millones de pesos a la firma constructora para el reinicio de la obra.
Otro razón para que en el caso del acueducto de Higüey se evite la importación de las tuberías desde Italia, es que el costo de fletes sería mucho más oneroso que en el caso del acueducto de Samaná, que en principio se planteó que se supliría desde Brasil.
Tras la denuncia de que la constructora Ghella & Asociados intenta importar las tuberías y otros insumos desde Italia, representantes del sector empresarial del país han objetado esa posibilidad.
Ayer los presidentes de la Federación de Asociación de Industrias (FAI), Ignacio Méndez, y de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera, Manuel Cabrera, coincidieron en que el Estado debe velar por la protección de la industria nacional, salvo que haya una ventaja de calidad, o que el producto que se quiera utilizar no sea fabricado en el país. Dijeron que esa importación perjudicaría a la industria local y al fisco.