La esposa del ex pelotero Octavio Dotel, implicado en el caso del presunto narcotraficante César Emilio Peralta (César el Abusador), calificó hoy como terrible la experiencia que vivió cuando los agentes fueron a allanar su casa para arrestar a su pareja.
«Terrible, ellos llegaron a mi casa a las 6:00 de la mañana. Yo abrí la puerta con mi bebé en brazos, yo tengo un bebé de dos meses; y los niños estaban durmiendo en su habituación», explicó Massiel Javier de Dotel a periodistas que la abordaron.
Narró que a seguidas un equipo de casi 30 militares portando armas largas entraron a su vivienda, tras indicarle que iban a allanarla y que tenían en manos una orden de arresto.
«Sin palabras, sin palabras. Octavio estaba durmiendo y ellos lo despertaron; ni siquiera me permitieron decirla nada a Octavio. Me dejaron en la sala: siéntese ahí, usted no puede subir, y lo despertaron. Imagínate la impresión de Octavio, durmiendo, cuando abre los ojos y ve 30 personas con M16 toditos», dijo.
Sostuvo que durante ese proceso se mantuvieron haciendo todo lo posible para que los niños no se dieran cuenta, sin embargo, fue imposible debido a que duraron unas tres horas y media en su vivienda.
No sabe. Javier de Dotel dijo que no sabe los motivos por el cual está siendo sometido a la justicia su pareja, al tiempo que indicó que si la razón tiene que ver con la visita a una discoteca propiedad del César el Abusador, no pueden involucrarlo por ser un cliente como cualquiera.
«No sabemos de verdad, pero si ese es el motivo tampoco es justo. Porque tu vayas a una discoteca no te pueden involucrar en negocio con el propietario, me entiendes, tu vas como un cliente», significó.
Consideró que las autoridades se precipitaron en el proceso de investigación que, a su juicio, no se hicieron como debieron hacerse. «Lamentablemente el daño está hecho».