Caso de trama rusa se complica

Caso de trama rusa se complica

Washington.  El presidente de EEUU, Donald Trump, regresó ayer a un Washington revolucionado por las constantes revelaciones sobre los contactos entre su entorno y las autoridades rusas, un problema del que ya no podrá esconderse en cumbres diplomáticas y que podría motivar grandes cambios en la Casa Blanca.
Hace menos de dos semanas, Trump refunfuñaba al pensar en su primera gira internacional- el artífice del lema “Estados Unidos primero” querría haber programado un viaje más corto, que no le alejara durante tanto tiempo de su nueva rutina en la Casa Blanca. Pero esos nueve días de apretada agenda diplomática le han permitido esquivar las preguntas sobre la investigación de sus posibles nexos con Rusia, un tema que, lejos de paralizarse en su ausencia, ha producido constantes titulares.
Los últimos han girado en torno a su yerno y principal asesor, Jared Kushner, de quien se supo esta semana que forma parte de la indagación del Buró Federal de Investigaciones (FBI) sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales del pasado noviembre en EEUU.
Según informó el viernes The Washington Post, Kushner también pidió en diciembre al embajador ruso en Estados Unidos, Sergei Kislyak, que se estableciera un canal de comunicación secreto entre la campaña de Trump y el Kremlin durante el periodo de transición, para esquivar a la inteligencia estadounidense. Si es cierta, (esa revelación sobre Kushner) es más difícil de explicar para Casa Blanca.

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