El caso del lujoso barco Flying Fox, propiedad de un magnate ruso y que se encuentra en el Puerto Don Diego, San Soucí, está bajo el manejo de la Embajada de Estados Unidos en el país, atendiendo petición que le hiciera el gobierno estadounidense.
“La única participación de Republica Dominicana en ese caso, es atender una petición que le hiciera el gobierno de los Estados Unidos, de no permitirle la salida del país hasta tanto concluya una investigación que realizan agentes estadounidenses sobre ese yate propiedad del empresario ruso Dimitry Kamenschik”, expresaron fuentes de inteligencia.
Dijeron que la petición de los Estados Unidos para que Republica Dominicana mantenga en el país el barco Flying Fox, uno de los yates más lujosos y costoso del mundo, fue atendida en lo inmediato por el gobierno dominicano por las magníficas relaciones que existen entre ambas naciones.
Explicaron que como parte de la colaboración, los agentes de la Oficina de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (HSI), por sus siglas en ingles, que tienen intervenido el lujoso yate, las autoridades nacionales les estaban ofreciendo todas las facilidades necesarias.
“Ellos están acompañados de agentes de los diferentes organismos de seguridad, de funcionarios de la Dirección General de Aduanas y de la Propia Presidencia de la Republica, pero no tenemos ningún acceso sobre cuáles son las indagaciones que llevan a cabo los agentes estadounidenses”, dijeron los informantes.
El barco Flying Fox, llegó al Puerto Don Diego, San Soucí, Distrito Nacional, procedente desde La Romana a donde fue su primera entrada y pretendía salir del país el pasado lunes, siendo impedido por las autoridades a petición del gobierno de Estados Unidos.
El yate mide 136 metros de eslora, cuenta con once cabinas, un helipuerto, una piscina de doce metros, un spa de dos pisos y 400 metros cuadrados, entre otras condiciones y su alquiler tiene una tarifa mínima de 3. 5 millones de dólares semanales.
Se dijo que anoche, varios funcionarios de la Dirección General de Aduanas, realizaron una amplia inspección de la embarcación rusa, acompañado de los agentes estadounidenses y oficiales de las diferentes agencias de investigación del Estado y las Fuerzas Armadas.
Agentes de los distintos organismos oficiales, celadores de Aduanas, personal de Seguridad de Autoridad Portuaria Dominicana, mantienen un cerco en torno al barco Flying Fox, en el Puerto Don Diego, echando del lugar a cualquier persona que se acerque al yate.