Caso Dican: Un pecado sin provecho para implicados

Caso Dican: Un pecado sin provecho para implicados

Los RD$280,000 que recibió el cabo Agapito Muñoz Evangelista producto del robo de los 950 kilos de cocaína en la Dirección Antinarcóticos de la Policía (Dican), tuvo que gastarlos en un proceso legal que enfrentó por una “actuación policial” en la que murió una persona a la que no identificó.

Así lo reveló Muñoz Evangelista, a quien apodan “Richard”, en el interrogatorio que le hizo la comisión investigadora del caso Dican el 29 de diciembre.

Dijo que los $280,000 se los entregó el coronel Féliz Paulino López, jefe de Operaciones de la Dican, dos semanas después del allanamiento en la calle 8 número 78, del Ensanche Isabelita.

“Señores, varios días después (del 27 de septiembre) tuve una actuación policial donde resultó una persona fallecida y tuve que gastarlos en el proceso legal”, respondió el cabo Muñoz Evangelista cuando los investigadores le preguntaron en que gastó el dinero que le dieron.

Inocente mariposa. El cabo “Richard” aseguró desconocer la procedencia de los $280,000 que recibió, porque Paulino López se los entregó “sin decirme de que era dicho dinero”.

Asimismo afirmó que desconocía si el jefe de Operaciones de la Dican le dio dinero a otros de los que participaron en el operativo donde “yo participé como perímetro y en ningún momento ví que se ocupara drogas”, dijo.

Durante el interrogatorio que le hizo la comisión que encabeza el procurador adjunto Bolívar Sánchez, el cabo Muñoz Evangelista, quien es soltero y reside en el sector Hato Viejo, en Yamasá, estuvo asistido de los abogados Omar Amín Torres Soto y Diego José Torres Suero, según consta en el interrogatorio, copia del cual obtuvo Hoy.

¿Sospechaba o lo sabía? El sargento mayor Antolín de los Santos Sabala, otro de los imputados en el caso Dican, dijo que “tenía en mi mente” que el RD$1,450,000 que le dio Paulino López podía ser el beneficio del allanamiento realizado; de ahí que solamente gastó $3,000 y guardó $1,447,000 que luego entregó a la comisión investigadora.

Sin embargo, cuando declaró todo lo que sabía del caso, de los Santos Zabala reveló, entre otras cosas, lo siguiente:

“Después de varios días recibí RD$1,450,000 de manos del teniente coronel Paulino López, y solo me dijo: toma, eso es tuyo, eso es del trabajo del allanamiento que se realizó en el Ensanche Isabelita”.

Es soltero y reside en Los Guaricanos; tiene 18 años en la Policía, y según declaró, nunca había sido sometido a la justicia ni Paulino López le había dado dinero por ninguna otra causa.

Al igual que el cabo Muñez Evangelista, de los Santos Zabala dijo que actuó como “perímetro” en el allanamiento y que en ningún momento vio que allí se ocupara drogas.

Los hechos. Ocurrieron el 27 de septiembre de 2014, en dos allanamientos, el primero en la calle Madame Cury número 5, del Residencial Regina, San isidro, donde reside Gilberto Guzmán Rodríguez (Chepón o Newton), donde se ocuparon “44 pepas o huevos de cocaína”; y el segundo, en el Residencial Michel, ubicado en la calle 8 número 78 del Ensanche Isabelita II, residencia de Roberto Antonio Méndez (Nicolás) y Santo Emilio Hernández, donde se ocuparon 950 kilos de cocaína clorohidratada y una cantidad de dinero en efectivo no especificada, según la Procuraduría General de la República.

Participantes. Ambos operativos estuvieron encabezados por los fiscales Ramón Augusto Veras Castro y Máximo Antonio Díaz Ogando, acompañados de los miembros de la Dican Paulino López, los mayores Luciano Gómez Cabrera y Carlos Amézquita Reinoso; primer teniente Bárbaro Torres Beltrán; cabo Muñoz Evangelista; raso Raidirys García Miranda, sargento Pedro J. Almánzar González, y el sargento mayor de los Santos Zabala, entre otros.

De acuerdo con la investigación del Ministerio Público, una vez en la residencia del Ensanche Isabelita, Paulino López dejó allí al grupo y en compañía de De los Santos Zabala, se dirigió a la residencia del director de la Dican, coronel Carlos Fenández Valerio, en la avenida México, y le comunicó del hallazgo de una considerable cantidad de drogas, y luego regresó al lugar donde le esperaban los demás.

¿Así se actúa siempre? De vuelta en la casa allanada, Paulino López entró de reversa la camioneta blanca en la que viajaba en la marquesina, subió a la segunda planta, y ayudado de los fiscales Díaz Ogando y Veras Castro, procedieron a bajar los bultos que contenían los 950 kilos de cocaína que luego se distribuyeron entre todos.

En el acta levantada en ese allanamiento, en la cual figuran las firmas del fiscal Díaz Ogando; el sargento Almánzar González, el cabo Muñoz Evangelista; el mayor Gómez Cabrera, y los propietarios de la vivienda allanada, Méndez y Hernández, se certifica que “en la casa antes aludida no se ocupó nada comprometedor”.

El viernes fue dictada prisión preventiva contra nueve de los acusados.

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