WASHINGTON (AP).- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) está preocupada por «el efecto negativo» que pudiera tener en la libertad de prensa en las Américas el encarcelamiento de una periodista en Estados Unidos por resistirse a revelar sus fuentes, dijo el miércoles el presidente de la institución.
Alejandro Miró Quesada indicó que el caso de Judith Miller del diario The New York Times y de otros reporteros en Estados Unidos y varios países de la región que trabajan bajo presiones judiciales y políticas estaban haciendo que la SIP «empiece a reconsiderar su vieja posición de que no debe haber privilegios especiales para los periodistas».
«No es fácil encontrar soluciones a estos problemas», dijo Miró Quesada en una rueda de prensa, antes de entrevistarse con Miller en una cárcel de Alexandria, Virginia, donde está recluida desde el 6 de julio por negarse a identificar sus fuentes anónimas.
El juez federal Thomas F. Hogan ordenó el encarcelamiento debido a que Miller rehusó dar los nombres de sus informantes a un jurado que investiga la filtración al público en el 2003 de la identidad de un miembro de la CIA.
A menos que decida testificar, Miller permanecerá en prisión hasta octubre, en que el jurado terminará su trabajo. Pero corre el riesgo de que el caso pase a un tribunal y la reportera sea sentenciada a 18 meses más de cárcel.
«Queremos presentar nuestra solidaridad a ella y otros periodistas», dijo Miró Quesada, director del diario El Comercio, de Lima. «Miller está luchando por su propia libertad y por los principios de la prensa».
Gonzalo Marroquín, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, agregó: «Estamos preocupados por lo que le sucede a la prensa en Estados Unidos y por el efecto multiplicador, negativo por supuesto, que pudiera tener en el resto del continente».
Estados Unidos ha sido tradicionalmente el ejemplo de libertad para la prensa latinoamericana, pero las repercusiones del caso Miller unidas a las presiones que ya son comunes a los periodistas en otros países han dado lugar a «uno de los peligros más grandes a la libertad de prensa en el continente», dijo Marroquín, director de Prensa Libre, de Guatemala.
Diana Daniels, vicepresidenta de la SIP y miembro del diario The Washington Post, afirmó que la institución tiene previsto abordar en su asamblea anual en Indianápolis en octubre el caso de los privilegios para los periodistas en el cumplimiento de su trabajo.
«Hasta ahora nuestra posición ha sido firme sobre que los gobiernos no deben aprobar ninguna ley de tratamiento especial para ellos», declaró. «Esa es una posición que tiene que ser reexaminada a la luz de las brechas que se están viendo en la libertad de prensa en Estados Unidos».
La de Miró Quesada es la segunda visita del líder de una organización internacional de prensa que recibe Miller en dos semanas. Paul Steiger, presidente del Comité para la Protección de Periodistas, con sede en Nueva York, dijo luego de verla que «no había caso para mantenerla en prisión».