Tres meses después de ocurrida la matanza de Ojo de Agua, en Paya, Baní, amplios sectores de opinión pública siguen preguntándose dónde está la droga y dónde están los millones de pesos que, según los rumores, había en la casa donde estaban los siete extranjeros ejecutados en un campo cercano. De la existencia de droga y del dinero se supo pocas horas después del horrendo hecho, cuando la DNCD informó el caso y precisó que en el lugar había 1,200 kilos de cocaína.

 La DNCD, la Policía, la Marina de Guerra y el J-2 de las Fuerzas Armadas han desplegado grandes esfuerzos detrás de los responsables del hecho. Los resultados son la detención de una veintena de personas, incluyendo a un ex mayor de la Policía y varios altos oficiales y varios suboficiales de la Marina de Guerra, y la incautación de bienes.

 También está detenido   un hijo de un senador de la República. La opinión pública reconoce estos logros, que incluyen el hallazgo en el fondo del mar de un cañón de un arma utilizada en la matanza, pero persiste la pregunta sobre la droga y el dinero.

El vocero de la Policía Nacional declaró ayer que ha sometido a la justicia a los autores materiales e intelectuales de la ejecución de siete narcotraficantes colombianos en agosto pasado en Paya, Baní.

En la ocasión se dijo que el móvil fue una gran cantidad de cocaína y de dólares.

La declaración fue en respuesta a periodistas que preguntaron el parecer de esa institución respecto a declaraciones del cardenal Nicolás López Rodríguez.

El coronel Nelson Rosario, vocero policial, dijo que “eso estamos haciendo desde el principio y lo vamos a seguir haciendo. Todo el que ha sido mencionado ha sido apresado y sometido a la acción de la justicia”.

El cardenal declaró   el sábado  que todavía falta por someter a la justicia a mucha gente por esa matanza, aunque no las identificó.

En principio se trató de obtener la reacción personal del jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín.

Empero,  éste, aunque es un asiduo asistente a las misas dominicales en el palacio policial,  no acudió a esta última.

Ayer, poco después de las 9:00 de la mañana, Guzmán Fermín  salió del comando central de la institución, sin que se informara cuál sería su destino.

En su nombre habló el coronel Rosario, quien declaró que “desde el principio hemos estado trabajando (en este caso) y ustedes han visto los resultados”.

Rosario recordó que el Ministerio Público tiene abajo su responsabilidad  la profundización de la investigación, para lo cual tiene un plazo que el Código Procesal Penal establece que son tres meses en casos comunes y un año   en los casos complejos.

“En la medida en que el Ministerio Público vaya requiriendo, vaya identificando más personas, la Policía está en la mejor disposición de seguir deteniéndolos y poniéndolos a su disposición”, explicó el portavoz de la institución de orden.

El oficial  recordó que el caso sigue abierto, por lo que  si hay nuevos indicios que incriminen a otros posibles culpables, el Ministerio Público y la Policía como su auxiliar actuarán para que se haga justicia.