Los principales hospitales infantiles de Santo Domingo continúan repletos de pacientes con dengue, contrario a otros años cuando para esta época los casos tendían a bajar.

En el hospital Robert Reid Cabral había ayer 37 pacientes ingresados con dengue, de los cuales tres estaban en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), uno de estos muy grave y los dos restantes en condiciones de recuperación.

Según el subdirector, Clemente Terrero, tienen tres salas llenas, dos de las cuales han sido dispuesta solo para la enfermedad.

Informó que en esta semana han tenido 88 casos, lo que implica un ingreso de 12 a 15 pacientes por día.

En tanto que el hospital Hugo Mendoza, de la Ciudad de la Salud, ayer tenía 42 pacientes ingresados, dos de ellos en la UCI (dos niñas de 6 y 5 años de edad, una de ellas referida desde la provincia San Juan).

La directora Noldis Naut Suberví explicó que los casos se han mantenido en un promedio de 10 a 11 por día. Dijo que la unidad de dengue está copada por lo que los pacientes son llevados a otras salas.
Señaló que se mantiene una vigilancia estricta de los pacientes por presentan alguna complicación.

Indicó que en el hospital tienen muchos casos febriles y con plaquetas normales, pero que los médicos no sólo trabajan con las analíticas, sino con los síntomas debido a que el dengue tiene diversas manifestaciones. Recordó que un paciente puede dejar de tener fiebre, pero empiezan otros síntomas como deshidratación, distensión abdominal, pérdida de ánimo por lo cual son ingresados aunque sus plaquetas estén normales.

Dijo que también se ingresan los niños con fiebre y que viven muy lejos y sus padres no están en capacidad de observarlos adecuadamente. “Tenemos que prevenir la mortalidad, y nosotros somos lo que tenemos que hacerlo”, expresó.
Mientras que en el centro Santo Socorro había 17 pacientes, cuatro son signos de alarma, según informó el director Lucas Gómez. Las edades de los ingresados eran de 8 meses hasta 15 años.

Indicó que el personal médico está aplicando la fórmula «encimática», o sea encima del paciente, supervisándolo de cerca, debido a la evolución natural de la enfermedad con síntomas cambiantes. “Por eso se dice que es una enfermedad que cura rápido o se complica rápido y a veces se muere».

Explicó que algunos casos no son tan típicos y no responden a una evolución constante, sino que de repente la fiebre desaparece, dando a paso a un cuadro complicado, por lo cual hay que estar muy atento, sobre todo que hay pacientes con enfermedades de base. «A todos hay que mantenerlos en vigilancia porque de repente entran en crisis».

Adicional a esto, Gómez indicó que se ofrecen charlas a los padres para que observen los cambios de sus hijos.
En estos centros las salas de emergencia y de laboratorio permanecían llenas ayer, sobre todo por casos febriles.

Participación. Terrero y Gómez llamaron a la población a mantener la higiene y limpieza de sus entornos para evitar los criaderos del mosquito transmisor que puede volar hasta 500 metros.

Terrero agregó que los cabildos deben recoger la basura, los médicos ofertar una atención adecuada y las autoridades crear las condiciones para que el médico pueda trabajar en óptimas condiciones.

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Tendencia

Con relación a la tendencia para este último trimestre del año, el doctor Terrero indicó que anteriormente para esta época había una baja, sin embargo, con los cambios de temperatura no es previsible una diminución de los casos de dengue, porque aún a mediados de octubre persiste el calor.