Lima, (EFE).- En la Amazonía peruana, reserva forestal y pulmón del mundo, el Fondo Mundial de Lucha Contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria ha sido protagonista de un proyecto que en cinco años ha reducido de 15.000 a 900 los casos de malaria en el departamento de Loreto.
En el caserío San Pedro, a una hora en bote y otra más a pie desde la capital del departamento, Iquitos, la comunidad se ha visto beneficiada por esta iniciativa que ha logrado que desde hace tres años no se registren muertes por malaria en el departamento peruano que tiene cerca de un millón de habitantes.
El Proyecto de Lucha contra la Malaria en Zona de Fronteras (Pamafro) comenzó el 1 de octubre de 2005, según recordó a Efe Teresa de Jesús Benitez Chunga, miembro del equipo técnico de la Estrategia Sanitaria Regional de Enfermedades Metaxénicas (transmitidas por vectores), del Ministerio de Salud de Perú. «El proyecto Pamafro tuvo dos fases que duraron cada una dos años y medio y que terminaron en septiembre de 2010 (…).
Las metas del proyecto fueron reducir la morbilidad (enfermedad por malaria) en un 50 % y reducir la mortalidad en un 70 %, fortaleciendo la organización y la participación comunitaria en el control de la malaria», agregó Benitez Chunga. Para Felix Maquavaqui Gutiérrez, promotor de salud en la comunidad, lo más importante del proyecto fue que «en 2008 al mes había entre 15 y 20 casos de malaria entre el grupo de pobladores del caserío que es de 350 personas y ese número se logró reducir a la mitad».
Maquavaqui Gutiérrez realiza mensualmente reuniones en el caserío San Pedro en las que se destaca el uso de las mosquiteras que el Fondo ha proporcionado a la comunidad. Como si fuera un ritual, los pobladores deben acostarse antes de las seis de la tarde y resguardarse bajo las mosquiteras para evitar que los piquen los zancudos que salen a esa hora. «Cuando hay un positivo se avisa a las autoridades que hacen un barrido hemático para detectar otros casos» para «darles tratamiento inmediato en el centro médico más cercano que queda ubicado en San José de Lupunaque», señaló a Efe el líder comunal.
«El tratamiento dura siete días en la forma menos peligrosa de la malaria, mientras que en la forma maligna se dan tres días de dosis más fuertes de la droga», añadió. Este proyecto que destaca el Fondo Mundial de Lucha Contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, ha dado excelentes resultados en poblaciones que antes tenían pocos recursos frente a una enfermedad que les golpeaba sin ninguna defensa o prevención.
Según un informe del Fondo sobre los resultados en el primer semestre de 2011, en el mundo se han tratado 210 millones de casos de malaria y se han provisto 36 millones de dosis de insecticida de larga duración.
Un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que las muertes por malaria se redujeron un 20,7 % entre 2000 y 2009, a la vez que hizo hincapié en el impacto económico que tiene esta enfermedad, que puede llegar a restar un 1,3 % al Producto Interior Bruto (PIB) en países con altas tasas de incidencia.
Por otro lado, según un informe que publicó hace poco la revista New England Journal of Medicine, una vacuna que podría proteger a la mitad de los niños expuestos a la malaria ha pasado un hito crítico en su desarrollo con las pruebas clínicas en África.
Los primeros resultados del ensayo clínico de Fase III de la vacuna denominada RTS,S muestran que protege en gran medida a los niños africanos frente a la malaria clínica y grave.
Según el informe, después de un seguimiento de doce meses, el ensayo, realizado en once centros de investigación repartidos en siete países del África subsahariana, mostró que tres dosis de RTS,S reducen un 56 % el riesgo de que los niños sufran malaria y un 47 % en el caso de la malaria grave.
Otra de las tareas que desarrolla el Fondo en las poblaciones de la Amazonía peruana es el fortalecimiento de la asociación civil Lazos de Vida, que desarrolla programas y actividades para informar a la comunidad sobre el VIH y el sida.
Gisella Correa, una de las líderes de Lazos de Vida, contó a Efe que cuando se le diagnosticó el sida en 1995 su vida dio un giro y lo que a muchos lleva a encerrarse en sí mismos la motivó para ayudar a otros que, como ella, se enfrentan no sólo a la enfermedad, sino al rechazo de la sociedad.
El Fondo ayudó a Correa en la creación de un centro de producción, un terreno de doce hectáreas en el que se desarrollan actividades de agricultura que benefician a personas que son portadoras del VIH. En la región de Loreto hay 3.700 personas identificadas con VIH, de las cuales 600 viven en Iquitos y actualmente reciben la Terapia Antirretroviral de Gran Actividad (TARGA).
Durante el primer semestre de 2011, el Fondo Mundial facilitó de manera gratuita 170 millones de pruebas para el VIH en todo el mundo, además, prestó asesoramiento en sesiones de consejería y continuó el tratamiento a 11 millones de casos que fueron transmitidos por vía sexual. EFE