POR ELVIS LIMA
Entre la noche del sábado y la tarde del domingo cerca de 400 casos de emergencia fueron atendidos en el Hospital Dario Contreras, lo que desbordó la capacidad del personal médico debido a la falta de camillas.
De esa cantidad, uno murió tras recibir dos disparos en el tórax, mientras que otros 21 resultaron heridos por la misma causa, y más de 300 en accidentes de tránsito.
La víctima fue identificada como Yohan Pilarte Fernández de 19 años. Entre los heridos de balas se encuentran: Severo de la Cruz, de 37 años, Rafael Minyetti de 40, Juan Carlos Domínguez de 20, David Antonio Féliz y la haitiana Jesula Pérez, de 24.
También resultaron heridos de balas: Leonardo Hernández, Nelio Guaroa Vásquez, Joaquín Díaz, Julio César Mojica, Francisco Antonio Santamaría y Elining Sosa.
Mientras que en accidente de tránsito fueron heridos: Rafael Muñoz, Jorge Rafael Gómez, Teófilo Matos, Julissa Hernández, Genis Alexander Marte y Juan Linares, entre otros.
MEDICOS PREVEN CIFRAS AUMENTEN
Anoche la sala de Emergencia del Dario Contreras fue abarrotada debido a la gran cantidad de casos presentados, por lo que los médicos del centro asistencial preven que las cifras aumenten a medida que se acerquen las fiestas de navidad y año nuevo.
Indira Devers, médico residente del cuarto año, pidió a la población tener comedimiento para evitar casos lamentable.
Afirmó que el sábado fue el día más difícil porque se registraron la mayor cantidad de heridos por balas y cartuchazos.
» A pesar de que tenemos medicamentos suficientes la falta de cama y camillas, siguen siendo los principales obstáculos que afrontamos, y más aún cuando llegan varios heridos juntos» precisó.
Indicó que en la sala de emergencia del centro asistencial, laboran cada día entre 10 y 12 médicos especialistas de distintas áreas, pero que a pesar de cumplir con sus responsabilidades son jornada muy agotadora, debido a la gran cantidad de casos.
LLAMEN A MI FAMILIA
Más que escenas de sufrimiento y dolor en la Emergencia del Darío Contreras, se viven momentos de desesperación.
» De por Dios auxilio, llamen a mi familia, exclamaba un anciano de unos 60 años herido en varias partes de su cuerpo, tras ser embestido en la autopista Las Américas por una motocicleta.
Bañado en sangre de arriba a bajo, y con un suero abierto por completo para compensar la perdida de sangre derramada, el señor Justo Campos, hacía esfuerzos para sacar de su cartera los documentos personales, y los números telefónicos de sus parientes escritos en papel bond y servilleta, en espera de que un empleado de servicio haga las gestiones de lugar, para informar el caso a sus parientes.