Casos en que el celo es virtud

Casos en que el celo es virtud

El método deductivo ha llevado a los científicos a razonar que si uno detecta una rata en un lugar, debe ponerse en guardia porque puede haber por lo menos diez más que no hemos visto. Si aplicamos este aserto a eventos como la captura de dos venezolanos y un colombiano con todo un arsenal de armas de guerra en su poder, deberíamos desplegar una minuciosa labor de inteligencia para ver cómo y por dónde entran al país, o cómo fueron obtenidos internamente artefactos como estos, que en ciertas manos solo sirven para el crimen.

Entre el tráfico de narcóticos y la industria del sicariato, probablemente socia del primero, han convertido este país en un lugar en que son comunes las ejecuciones por paga. Los asaltos audaces contra empresas transportadoras de valores son ocurrencias que se han hecho demasiado frecuentes. El crimen organizado crece de manera vertiginosa, con el estímulo de ciertas debilidades institucionales, como las que se atribuyen al aparato judicial.

El Gobierno, que se ha empleado a fondo para encarar el problema migratorio y la abrumadora presencia de extranjeros indocumentados, debe enfocarse a detectar los coladeros por los cuales penetran estas armas. De vez en cuando el celo es una virtud que debemos explotar para detectar las ratas que no tenemos a la vista, pero que posiblemente están en alguna parte.

FRANCISCO JOSÉ ARNAIZ SE HA IDO 

La muerte del obispo auxiliar emérito de Santo Domingo, Francisco José Arnaiz, es un acontecimiento que provoca honda pena para la Iglesia Católica, su feligresía y la sociedad en sentido general. Su estada en el país data del 1961, cuando el régimen de Fidel Castro lo expulsó de Cuba junto a otros 133 sacerdotes. Tras la caída de Trujillo, la viceprovincia antillense de la Compañía de Jesús lo encargó de coordinar un equipo para trabajar en las áreas universitaria, sindical y empresarial.

Arnaiz, que nació en Bilbao, España, poseía una vasta cultura. Su inclinación por la lectura era una de sus características particulares. Fue profesor de varias asignaturas religiosas y por once años fue rector del Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino. Medió en diversos conflictos sociales ocurridos en el país. Estuvo adscrito a la Conferencia del Episcopado desde 1963. Su vida se apagó a los 88 años. Descanse en paz.

 

 

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