En estos momentos, están ocurriendo sorprendentes destapes, los cuales –unos decenios atrás– de seguro no se hubiesen atrevido, dado el carácter ético de una sociedad conservadora y moralista, que repudiaba ese modo de proceder.
El concurso de belleza denominado “Miss Universo”, que sepamos, que nunca, en todo el decurso de su historia, un país había seleccionado una candidata, que originalmente había nacido como hombre y gracias a los avances de la ciencia, ha podido exitosamente cambiar de sexo. Nos referimos a la candidata de España, Ángela Ponce, la cual al parecer ha tenido que vencer el conservadurismo español, en desacuerdo con este tipo de situación. Sin embargo, en Mongolia, que participa por vez primera en este certamen, la candidata favorita Belgunn Batsukh, resultó ser un transexual, lo cual obligó a que fuera seleccionada Dolgion Delgerjav, que no obstante ser mujer, era menos impactante y esbelta que la (el) rechazado.
Nosotros, que vivimos varios años en la represiva llamada “Era de Trujillo”, hubiésemos querido ver la reacción de este siniestro personaje, cuando el Gobierno de los Estados Unidos de América, solicitó el plácet para el embajador James Wally Brewster, quien vino acompañado de su “esposo” Robert Satawake y fue admitido en nuestra sociedad tradicional, que en ningún momento tuvo reparos en el desempeño de sus funciones diplomáticas.
Ahora bien, en donde se ha llevado al mayor grado de arbitrariedad es en el estado de New York que ha autorizado a los padres de los recién nacidos, a declararlos con una nueva modalidad de GÉNERO X. Esta “hazaña”, la calificó el congresista demócrata Corey Johnson “como un día histórico para la ciudad de New York en su papel de campeón mundial de la inclusión y la igualdad”. A nuestro entender, los legisladores de ese estado han cometido una arbitrariedad al atribuirle un género indefinido, a un recién nacido que llevará ese estigma por el resto de su vida.
A nuestro entender, los LGBTI partidarios del Orgullo Gay han insistido en el derecho a igualdad de género y la no discriminación por preferencia sexual, a lo cual creemos que legalmente tienen derecho. Ahora bien, sobre el matrimonio entre personas del mismo género es un absurdo que temprano o tarde va a traer dificultades de orden legal, ya que estos “matrimoniados” han procedido a la adopción de adolescentes o lo que es peor, alquilar un vientre para traer al mundo una criatura en vitro.
Si la escalada de los LGBTI, ahora reforzados por los “I” y los “Q” continua avanzando, la humanidad de seguro reducirá su crecimiento y lo que ahora es una excepción, podría convertirse en una regla.
En la actualidad se ha convertido en un peligro similar, el “bullying” o acoso físico o psicológico a los cuales someten los compañeros de escuela o centros educativos conocidos como ciberacoso, muchos de los cuales son por el comportamiento ambiguo de sus compañeros. Estos hostigamientos son sumamente peligrosos ya que han desembocado en suicidios o graves enfrentamientos en los cuales han salido perjudicados los insultados. Por eso, es de rigor, que en los centros escolares, se desplacen pancartas en las cuales se instruya al que sufra el atosigamiento de reportarlo a los superiores para que se tomen medidas drásticas antes de que ocurra una tragedia.
Es incuestionable que la generación actual está viviendo tiempos difíciles que nuestros ancestros no sufrieron, lo cual amerita que la juventud reciba una mayor instrucción a nivel del hogar y aunque parezca retrógrado de nuestra parte, volver a enseñar una materia que en nuestros tiempos fue básica para la formación del estudiante: Moral y Cívica.