La vinculación de agentes y oficiales policiales en actos delictivos de envergadura ha sido recurrente, tanto en casos de narcotráfico como en acciones en las que se apropian de dinero y propiedades. Sin embargo, llama la atención que en la mayoría de los casos estos resultan absueltos o trasladados a otras dotaciones como sanción.

El primer escándalo de ese tipo se ubica en los años 80 cuando el primer director de Drogas Narcóticas y Peligrosas de la Policía Nacional, coronel Aridio Descartes Pérez, fue implicado en la pérdida de 40 libras de marihuana, distracción en su provecho de RD$26,420, traficar con 2 kilos de cocaína pura valorada en RD$76,000 y distraer cocaína del depósito a su cargo.

La gravedad del hecho provocó que se iniciara el proceso de quitar a la Policía Nacional el manejo de casos de drogas dando paso en 1988 a la creación de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), mediante la Ley 50-88.