POR CARMEN CARVAJAL
La tasa de cambio del dólar norteamericano con respecto al peso dominicano se mantendrá estable hasta el período marzo del próximo año, momento a partir del cual podría iniciar una ligera tendencia alcista, de acuerdo a las estimaciones del economista José Luis de Ramón. En un análisis sobre la situación económica y la tasa de cambio, presentado ante la Cámara Americana de Comercio, de Ramón analiza los factores que determinan el comportamiento de la tasa de cambio y las perspectivas posibles sobre su evolución.
La reducción de la oferta de pesos, una caída en la demanda de dólares, y la percepción optimista sobre las nuevas autoridades, son algunos de los factores que, a su juicio, han influido en la apreciación del peso que, señala, ha sorprendido a muchos sectores.
El control de la emisión monetaria, la reducción del financiamiento bancario y el superávit comercial por la competitividad del sector externo, generan abundante oferta de divisas, a lo que se suma la contracción de la demanda interna y los atrasos en el pago de la deuda pública.
También la confianza generada por el nuevo gobierno y el anticipo de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
En su presentación, de Ramón, quien integra el equipo de asesores económicos del actual gobierno, reconoce que la mejoría del peso se debe en parte a que las anteriores autoridades no «se portaron tan mal durante la transición», y no incurrieron en la práctica frecuente de pagar las deudas a sus amigos, lo que suele provocar déficits fiscales y aumentar la emisión en esos períodos. Durante la transición la emisión aumentó en RD$2,783 millones.
A su juicio, el comportamiento de este factor durante la transición se debió a la influencia de la confianza en las autoridades electas.
Tras el cambio de mando, las nuevas autoridades han reducido aún más la emisión monetaria, contribuyendo a deprimir la demanda interna, de tal manera que al cierre del año, será 11% inferior a la del 2002, año en que sumó RD$7,899 millones, contra los RD$7,028 de este año.
A la contracción de la demanda contribuye también la reducción en la concesión de préstamos por parte de la banca comercial, que pasó de un 52% de los activos de la banca a un 44%.
EL NEGOCIO ES NO PRESTAR
De acuerdo al análisis de José Luis de Ramón, la banca comercial redujo su cartera de préstamos debido a que para ese sector resulta más conveniente no prestar. Esto así debido a que las nuevas reglas prudenciales hacen más estricta la clasificación de la cartera, lo que exige mayor capital pagado.
Está el hecho, además de que los certificados de participación del Banco Central constituyen una buena oportunidad de inversión, cómoda y sin riesgo de cartera.
Para el 2004, el saldo de cuenta corriente cerrará con un superávit de US$1,300 millones.
A juicio del economista, la confianza despertada por la elección del doctor Leonel Fernández impactó de tal manera que contrarrestó los desequilibrios que siempre se asocian a los períodos de transición, incluso sin haber evidencia empírica sobre la posibilidad de un retorno sustancial de capitales.
También ayudan a apreciar el peso el anticipo de acuerdo con el FMI, que podría generar unos mil millones de dólares, la reforma fiscal, la entrada de dólares con el flujo de remesas y de dominicanos provenientes del exterior, tradicional de esta fecha, y la entrada de dólares por reaseguros a los afectados por el huracán Jeanne.
LOS CAPITALES NO RETORNAN
Pese a la confianza despertada por las nuevas autoridades, los capitales no han retornado al país como se esperaba, e incluso, el volumen que volvió durante el período de transición es sustancialmente mayor al que ha retornado desde el 16 de agosto.
Durante el período junio agosto la emisión monetaria fue de 74,572 millones de pesos, y en el lapso septiembre noviembre alcanzó 72,307. Sin embargo, en el primer período los depósitos en pesos fueron de 18,396 millones y en dólares 701 millones, en tanto que en el segundo período los depósitos en pesos sumaron 11,393 millones, y en dólares apenas 283 millones.
El atraso en el pago de la deuda y el superávit en la cuenta corriente han influido para lograr un alza en las reservas internacionales netas de US$247.4 millones desde julio.
De Ramón explica que los atrasos en el pago de la deuda, en capital e intereses, al 30 de setiembre sumaban 333 millones de dólares, más 650 millones de dólares por deudas y anticipos de nuevos atrasos con el sector eléctrico.
LAS AMENAZAS
José Luis de Ramón entiende que las principales amenazas a la tasa de cambio lo constituyen el aumento salarial, que en el caso del sector privado entró en vigencia el pasado día primero, la capitalización de la banca, a partir del 2005, lo que supone un aumento de la cartera de préstamos, y la caída de los precios.
Todos estos puntos aumentarán la circulación de la moneda criolla y permitirán a los dominicanos disponer de más pesos para comprar dólares.
Otro punto que cita es el caso de los certificados de participación del Banco Central, a los que considera una gran bola de nieve, y que, en lugar de reducirse, como había pronosticado el Banco Central, han crecido de 94,782 millones en agosto, a 112,258 millones de pesos al 16 de noviembre.
Como porcentaje de la emisión monetaria, los certificados pasaron de 121% en junio a 157% en noviembre. Cita además, la pérdida de competitividad, y el saldo de la deuda acumulada, tanto la externa como la del sector eléctrico.
Para de Ramón, la gran incógnita es si el Banco Central podrá colocar los certificados de inversión a largo plazo para garantizar la estabilidad en la emisión monetaria.