Los casos globales de COVID-19 la semana pasada subieron un leve 1% (4,4 millones), el mismo porcentaje que las muertes (67.000), una estabilización que sin embargo contrasta con el aumento de las cifras en el continente americano, según el informe epidemiológico de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En América los casos la semana pasada aumentaron un 19%, mientras que en el resto de regiones hubo descensos, de sólo el 4% en Europa pero del 25% en África y del 16% en Oriente Medio.
Los fallecimientos también subieron la semana pasada en el continente americano, un 17% (26.000), aunque en este caso el aumento fue aún mayor en Europa (del 20%, hasta 14.000) y en el resto de regiones hubo descensos, de hasta el 26% en África y el 21% en Asia Meridional.
En el acumulado desde el comienzo de la pandemia, se han registrado más de 220 millones de casos, de los que 84 millones se diagnosticaron en América, 66 millones en Europa y 41 millones en el sur de Asia, las regiones más afectadas.
De los más de 4,5 millones de fallecidos en la pandemia, 2,1 millones se registraron en el continente americano y 1,2 millones en el europeo.
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La semana pasada, el país que registró más nuevos contagios fue Estados Unidos (1,2 millones), seguido de India (293.000), Reino Unido (243.000), Irán (208.000) y Brasil (152.000).
La variante delta, más contagiosa y a la que los científicos atribuyen en parte el ascenso global de casos de los últimos meses, está presente ya en al menos 174 países, según el informe de la OMS.
Respecto a las vacunaciones, se han administrado globalmente ya 5.530 millones de dosis (unas 32 millones por día actualmente), por lo que ya más del 40 % de la población mundial ha recibido al menos una dosis, si bien ese porcentaje cae al 1,9 % en los países de ingresos bajos, según los datos de las redes sanitarias.