El jurista Juan Manuel Castillo Pantaleón consideró que el país no puede conformarse con que en el juicio del caso de José Figueroa Agosto solo se persiga a las “sardinas”, mientras los “tiburones” que le daban protección se quedan fuera del proceso.

Castillo Pantaleón dijo que las personas que están siendo enjuiciados son porque le proveían artículos de lujo a Figueroa Agosto, como relojes, carros y casas, pero los que le daban protección, le entregaban cédulas y carnet del DNI, no están acusados.

“Está muy bien que también las sardinitas sean juzgadas para demostrar que la justicia es igual para todo el mundo… pero en relación con la cadena criminal, ese es una sardinita, aunque ande en Ferrari”, apuntó el ex juez de Instrucción que investigó y descubrió a los asesinos del periodista Orlando Martínez.

Dijo que “el que es el tiburón, la gran pesca, es quien le brinda la seguridad de las rutas de distribución y esos no son tocados” en el juicio del caso Figueroa Agosto.

Entrevistado en el matutino “El Bulevar con Pablo McKinney”, que se trasmite por CDN, canal 37, Castillo Pantaleón sostuvo que Figueroa Agosto estuvo actuando por la libre muchísimo tiempo.

“¿Cuantos generales están presos o investigados en relación con eso?”, cuestionó el jurista, quien agregó que los que “le brindaron una sombrilla de impunidad no han sido tocados”.

Consideró que la sociedad dominicana no debe conformarse con que se enjuicie solamente a las personas que vendían relojes caros a la red de Figueroa Agosto, porque “lo que le interesa saber al país es cómo operaban estas rutas de tráfico, quiénes les proveían información, porque lo cierto es que de ese mercado de estupefacientes es que se nutren recursos para el lavado”.

Castillo Pantaleón afirmó que el mayor problema no es el lavado, porque “si usted acaba el tráfico, usted resuelve el problema del lavado”.

El jurista recordó que “el gran crimen siempre tiene mucha protección, por eso es el gran crimen” y dijo a las autoridades que “el gran crimen no se produce en puntitos de drogas, sino en otros ambientes: en torres lujosas, adonde (acuden) generales, ministros, gente de influencia, a veces en lugares exquisitos y donde se brindan esas facilidades”.

Afirmó que si cualquier persona va a un banco con un cheque de más de 300,000 a 400,000 pesos tiene que llenar un formulario por la ley de lavado, pero “aquí hay transacciones que se producen todos los días, de origen desconocido, de millones y para eso no hay Superintendencia (de Bancos)”.

Recordó que “la (ex) Encargada de Lavado de la Superintendencia de Bancos anda en una jeepeta que se la compró a uno de los vinculados (al caso Figueroa Agosto) y por el escándalo, que ya fue mayúsculo, la tuvieron que cancelar, no sin antes haber sido defendida con muchísima vehemencia por gente a quien todos les atribuimos mucha credibilidad”.

Castillo Pantaleón preguntó “¿dónde está la investigación y el encausamiento por un ostensible caso de corrupción? Porque ese es un caso de corrupción. ¿Qué pasó con esa señora?”.

Igualmente, el jurista recordó que se decía que Figueroa Agosto tenía varias cédulas y un carnet del DNI, pero nadie sabe qué ha pasado con la persona que le entregó esas cédulas.

Además, apuntó que desde que un coronel, identificado como la persona que le entregó a Figueroa Agosto el carnet del DNI, mencionó a un general, ahí acabó el tema.

“¿Cómo es posible que en un juicio de fondo que lo transmiten en algunos canales de televisión una abogada señale que uno de los representantes del Ministerio Público compró un apartamento de 500,000 dólares y todo el mundo se queda como si no hubiera pasado nada?”, preguntó Castillo Pantaleón.

Del mismo modo, el jurista preguntó “¿cómo es posible que a uno de los acusados se le encontrara un listado con pagos hechos que dicen: jueza 175,000 dólares; fiscales (Dante) 175,000 dólares, fulanito, con las iniciales, 300,000 dólares… y aquí no pasó nada?”.

Advirtió que con esas interrogantes sin contestar, “¿me van a decir a mí como ciudadano y más aun como abogado que ese es un proceso serio?”.

Agregó que “si nos estamos conformando con eso, con ese sainete, el resultado no es satisfactorio, porque si dejan la estructura de impunidad intacta, es como si no se hubiese hecho nada”.

Castillo Pantaleón manifestó que desde que en el país queda una parte significativa de la droga como pago de peaje y llega a manos de la autoridad que le da protección, el problema no ha hecho más que agravarse, dejando consecuencia vistas todos los días como son los “intercambios de disparos” donde mueren delincuentes que se niegan a pagar sobornos a oficiales o como parte de los enfrentamientos entre bandas por el dominio del espacio.

Dijo que “el surgimiento de este mercado de consumo de derivados de la cocaína… es la consecuencia de una debilidad,  de la falta de compromiso y de una mala política de lucha contra el narcotráfico” porque gran parte de esa droga queda en manos de la estructura que le brinda protección.

“Aquí hay miles de puntos de drogas, pero no hay un solo que no esté protegido por un teniente o un capitán. Así es que funciona eso”, afirmó el ex juez de Instrucción.

El boom del lavado de activos

Castillo Pantaleón dijo que desde hace mucho tiempo los productos de exportación no son la fuente fundamental de divisas y aunque el turismo es un sector dinámico y poderoso, lo cierto es también que es muy débil porque está sujeto a las variables de todo tipo, al igual que las remesas de los dominicanos, por lo que en esas condiciones los gobiernos no son muy exigentes en confrontar el lavado.

Aclarando que no quiere que lo malinterpreten, el jurista preguntó si alguien cree que “en una situación de acogotamiento, de asfixia de la economía a un gobierno le interesa ponerse muy duro con el tema del lavado”.

“Cada vez que aquí se meten cien o doscientos millones de dólares de lavado del narcotráfico, esos cien o doscientos millones de dólares animan la economía. Ha habido una indiferencia cómplice”, agregó el experto.

Declaró que una muestra de lo que está diciendo se puede observar en el sector inmobiliario, donde a su juicio “sin lavado de activo el sector inmobiliario no se pudiese haberse desarrollado como está”.

“¿Vamos a ser todos tan tontos voluntariamente para taparnos los ojos? Como abogado yo se que eso es así, porque también van ingenieros donde uno para que uno le haga los contratos. Solamente hay que caminar por cualquier barrio de un sector residencial importante y ver torres vendidas y vacías. ¿Eso de qué es? Si alguien me puede explicar que es otra cosa y no lavado…”, apuntó Castillo Pantaleón.

Consideró imposible que la economía genere esos recursos y puso en duda que alguien del sector disponga de “500,000 a 600,000 dólares para comprar un apartamento y dejarlo cerrado, porque el dinero si usted no lo invierte y lo pone a producir, se devalúa. No hay que ser economista, mida el índice de inflación anual y usted sabrá cuánto pierde teniendo dinero guardado”.

Estimó que el principal obstáculo para el crecimiento económico en este país lo pone el gobierno. “Monte un negocio para que usted vea. Entre los impuestos, la luz y los ayuntamientos, no hay negocio que dure aquí. Porque con esos recursos amplísimos que nos sacan de las costillas, nosotros tenemos que pagarles las queridas, las jeepetas y los viajes (a los funcionarios). Pero el que va a subir no es para acabar con eso, es sencillamente para subir su claque a lo mismo. ¿O no? Ese es el sistema de partidos políticos: una cleptocracia”.

Estimó que esta situación conduce a “un deterioro aun mayor de las instituciones hasta que la sociedad necesariamente tenga que aplicar una reflexión profunda y las estructuras de poder sufran las consecuencias de esa conciencia cívica. Esa es la alternativa deseable, que es la que yo deseo”.

Deploró que aquí haya autoridades que digan que la criminalidad es una percepción mientras ninguna dama puede salir con una joya, las casas están llenas de rejas, alambre de trincheras, perros de caza, alarmas y los niños no pueden montar bicicletas en la calle al frente de sus casas.

Dijo que es lamentable que mientras ese deterioro camina hacia la “mejicanización”, las autoridades se hacen de la vista gorda y envían mensajes desalentadores a la sociedad que lo que contribuyen es a envilecerla.