Castillo se siente raro en Minnesota

Castillo se siente raro en Minnesota

FORT MYERS, Florida (AP) — El dominicano Luis Castillo sólo había jugado en los Marlins de Florida, y ahora se siente extraño con el uniforme de otro club. Fue cedido en diciembre a los Mellizos de Minnesota a cambio de dos prospectos del montículo, durante el desmantelamiento de los Marlins. Castillo, tres veces electo para el Juego de Estrellas, se ha encontrado de pronto en un ambiente poco familiar.

El tranquilo intermedista se adapta poco a poco.

«No conoce a mucha gente», dijo el receptor Mike Redmond, otro antiguo miembro de los Marlins que llegó a los Mellizos como agente libre antes de la temporada pasada. «Las señales, la filosofía, todo es completamente diferente para él… Pero Luis es uno de esos peloteros que juega por instinto. Tiene mucho talento, así que no tendrá problemas».

El ambidiestro Castillo, quien ganó el Guante de Oro en cada una de las tres temporadas anteriores, tiene un promedio de .370 al bate con hombres en bases, durante una carrera que comenzó en agosto de 1996, cuando fue reclutado de las Ligas Menores. Ha sido titular en las Grandes Lgas desde 1999. Su mejor temporada fue en el 2003, cuando bateó para .314, con 99 anotadas, seis jonrones, 39 producidas y 21 robos. Los Marlins ganaron la Serie Mundial en ese año.

«Es un buen jugador y un buen bateador.

Va a ayudarnos mucho el tenerlo en la alineación», consideró el jardinero izquierdo Shannon Stewart, quien quizás seguirá bateando como primero en el orden, seguido por Castillo, aunque ambos le han dicho al manager Ron Gardenhire que no les importa el lugar que ocupen.

El total de robos de Castillo ha caído considerablemente desde que hurtó 48 almohadillas en el 2002. El año pasado logró sólo 10 robos.

Su mejor cifra de por vida fue de 62, en el 2000. Una razón por el descenso del año pasado fue que el venezolano Miguel Cabrera y el boricua Carlos Delgado -que sumaron 66 vuelacercas y 231 impulsadas en forma combinada- bateaban después que él.

Por problemas en el cuadríceps y en la corva, Castillo jugó sólo 122 compromisos el año pasado, su menor total desde que se convirtió en titular.

«Me siento bien», dijo Castillo, y enfatizó que quiere volver a robar bases. «Por eso me preparé en el invierno y estoy en forma».

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