Máximo Castro Silverio, el legislador de mayor edad en la Cámara de Diputados, sale de su curul de 38 años consecutivo, repensando su vida a futuro y con la frustración de no lograr la aprobación del Código Penal y de la Ley de Agua.
También, lo hunde en la pena, la amenaza de que fue objeto junto a su familia en el proceso de la campaña electoral, luego de que abriera un comando de apoyo a la reelección del presidente Luis Abinader, al que su Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) respaldó.
Deploró la intimidación a su indefensa familia por parte de quienes identificó como sus aliados. Adelantó que contará el suceso que vivió en un libro que escribirá.
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En cuanto al fracaso de las leyes que impulsó, Castro afirma que trabó la aprobación de ambas iniciativas la presión de sectores externo al Congreso Nacional. Sin acumular diez ausencias durante más tres décadas en el Poder Legislativo, Castro deja su diputación por el municipio de Santiago. Fue despedido en la sesión del pasado miércoles con llanto, abrazos y aplauso de los diputados, porque partió el considerado decano y legislador de mayor edad, el que daba consejo a “los muchachos que comenzaban a legislar”.
Como cercano al extinto presidente Joaquín Balaguer, líder y fundador del PRSC, por el que es político desde su juventud, Castro se lleva los secretos que permitieron la correlación de fuerza en la cámara baja, marcados por las negociaciones para presidir el órgano.
Además, se marcha de la Cámara de Diputados sin conseguir la presidencia del bufete directivo, lo que no logró, pese a que varias veces presidió algunas sesiones de apertura de legislaturas, en su condición del diputado más adulto.
En su discurso de despedida, con la voz quebrada, contó que cultivó la humildad y no buscó fama ni poder. Su función cesa el próximo 16 de agosto, a las 9:00 de la mañana, cuando asuma su sustituto por Santiago.
Dijo no recordar su vida fuera del órgano legislativo. Fue diputado en nueve períodos, ininterrumpidos desde 1986. Antes, en 1982, fue regidor en el Ayuntamiento de Santiago. Era el más joven de los ediles.
En su larga carrera legislativa, el abogado fue vicepresidente de la Cámara de Diputados, varias veces vocero del bloque, función que desempeña hasta el próximo 16 de agosto, cuando será sustituido por otro diputado.
Torpedos a sus proyectos de leyes
El último proyecto que sometió Castro fue la Ley de Agua. Lo reintroducido en muchas ocasiones y perimía. Al cerrar la Primera Legislatura Ordinaria del 2024, se encontraba en comisión de estudio.
Lamentó que no consiguió la aprobación la ley, dedicando muchas horas de trabajo, lo que dijo que lo frustró.
Introdujo el Código Penal junto a otros diputados y tampoco pudo ver a la República Dominicana con un nuevo Código Penal.