POR MARGARITA QUIROZ
Muchas fueron las historias tejidas en torno a los casos de catalepsia que se sucedieron en el pasado. Tanto así, que cuentistas, literatos y cineastas escudriñaron en su campo para dar origen a simpáticas leyendas vampirescas. En décadas pasadas esta enfermedad se convirtió en una de las más comunes y ante todo, temida.
A quién le daba una crisis de catalepsia corría el riesgo de ser enterrado vivo, sin que los especialistas de la época pudieran diagnosticar la enfermedad y por ende su tratamiento.
Algunos científicos, partiendo de los síntomas de esta enfermedad, se han atrevido ha cuestionar el texto bíblico que habla de la resurrección de Lázaro por parte de Jesucristo, y tras buscarle una explicación científica a lo sucedido afirman que este personaje pudo ser víctima de una crisis de catalepsia.
Pero, ¿qué es catalepsia? Clínicamente esta enfermedad es definida como un trastorno neurológico caracterizado por un estado similar al trance con arreactividad generalizada en el que los músculos se mantienen rígidos durante un largo período y las extremidades permanecen en la misma posición.
Debido a que décadas atrás no existían métodos para diagnosticar la enfermedad, muchos relatos hablan de personas que fueron enterradas vivas y que con el paso del tiempo y los avances tecnológicos se pudo comprobar lo que realmente sucedía.
Hoy día, pese a que cualquier persona puede sufrir una crisis de catalepsia, producto de un estrés severo, la impresión por una noticia trágica, un caso agudo de hidrocefálea o tumor cerebral, ya es mínimo el riesgo de ser enterrado cuando aún los órganos vitales funcionan mínimamente. Pero no debe descartarse por completo que en lugares remotos, con escasa tecnología médica, aún puedan confundir un ataque de catalepsia con la muerte.
Inventos médicos como la tomografía y el electroencefalograma han ubicado a la catalepsia, a entender del neurólogo José Silié Ruiz, como una enfermedad del siglo pasado, debido a que clínicamente las causas que las desencadenan pueden controlarse a tiempo.
Sí le realizamos a una persona en catalepsia un electroencefalograma encontramos que su cerebro y corazón están en ondas lentas, es decir, que el organismo está utilizando el mínimo de sus funciones, por eso el paciente pierde el conocimiento porque no hay actividad cerebral, dice el especialista.
Actualmente, por lo antes citado, la catalepsia es un mal que casi no se produce.
Las personas con catalepsia puede durante largo tiempo mantener inmutables sus actitudes y posiciones. Además, su condición es una manifestación que puede hallarse en la esquizofrenia y la psicosis tóxica; es decir, provocada por el consumo de drogas, alcohol o medicamentos hoy descontinuados, plantea Silié.