Madrid, España. El proyecto independentista en Cataluña y el auge de la izquierda antiliberal en una España en plena recuperación económica preocupan a los inversores, temerosos de que el viento sople en otra dirección tras las próximas elecciones regionales y nacionales.
El país retomó en 2014 el crecimiento económico, tras cinco años de una crisis de enormes proporciones. Los españoles vuelven a consumir, su industria se recupera y las exportaciones prosperan. Según la previsiones del gobierno, la tendencia debería continuar este año, con un aumento previsto de 3,3% del Producto Interno Bruto (PIB).
Pero el deseo de la rica Cataluña de obtener la independencia y el meteórico ascenso del partido de izquierda radical Podemos podrían poner en peligro esta trayectoria, advierten algunos analistas.
«Los inversores temen realmente un escenario a la griega», explica Leopold Jouven del banco francés Crédit Agricole, y que «un partido de izquierda radical llegue al poder y acabe de cuajo con la recuperación queriendo cambiarlo todo».
Podemos, aliado del partido griego Syriza y con un 16% de intenciones de voto en las legislativas de diciembre según los sondeos, quiere acabar con las políticas de austeridad implantadas por el gobierno conservador de Mariano Rajoy, en el poder desde finales de 2011.
Tras las elecciones locales de mayo, se alió con el Partido Socialista (PSOE), logrando así expulsar al Partido Popular (PP) de Rajoy de varios gobiernos regionales y municipales, entre ellos Madrid.
Los analistas del banco suizo Mirabaud advierten en una nota: «el riesgo consiste en el auge de los partidos de izquierda populista, y en la posible victoria de una coalición entre dichos partidos y el PSOE en las elecciones generales».
Esta perspectiva ya provocó un endurecimiento de las condiciones de crédito otorgadas al Estado español en los mercados. Desde el verano boreal, éstas se han convertido en menos ventajosas que las aplicadas a Italia, que a menudo se toma como punto de referencia para España.