Obtuvo su independencia de Gran Bretaña en 1971 y ha logrado un desarrollo acelerado gracias a la inmensa riqueza que guarda en el subsuelo. Segunda reserva mundial de petróleo y tercera de gas natural, lo que le ha permitido tener la mayor renta per cápita del mundo y el más alto Índice de Desarrollo Humano del mundo árabe. Para muchos es el país más rico del mundo y el Banco Mundial lo reconoce como una economía de altos ingresos.
Su población bordea los 2,8 millones de habitantes, de los cuales solo 250 mil son cataríes siendo el resto inmigrantes que trabajan en su efervescente economía. Los habitantes no pagan impuesto alguno.
Actualmente el país se encuentra en un proceso de transformación y modernización de su sociedad sustentada en una economía moderna, sostenible y diversificada. El turismo es uno de los objetivos y para ello ha transformado el paisaje del país invirtiendo miles de millones de dólares en desarrollo de infraestructuras y organizando varios eventos deportivos internacionales, preparándose para acoger el Mundial de Fútbol de 2022.
Mantiene estrechas relaciones con las principales economías del mundo. En 2003 un referéndum aprobó con 98.4% de los electores la actual Constitución. La forma de Gobierno es “Emirato Absolutista”, contando con una Asamblea Consultiva de 45 miembros, de los que 15 son designados por el Emir y los otros 30 electos – la primera elección se celebrará en octubre de 2021-.
Tiene facultades para proponer leyes, aprobar el presupuesto, debatir la política gubernamental e, incluso, cuestionar a los ministros. No existen partidos políticos pero se respeta la libertad de expresión y de culto.
Todo ello en el marco de un creciente énfasis de apego a los derechos humanos, habiéndose constituido recientemente un Comité Nacional para velar por los mismos. La educación es gratuita y obligatoria. Estableció salario mínimo para todos los trabajadores, nacionales e inmigrantes, y eliminó la norma que limitaba la potestad para cambiar de trabajo.
La ejecución de una política internacional independiente le ha granjeado la animosidad de otros reinos del Golfo –encabezados por Arabia Saudita- que desde 2017 le han decretado un bloqueo exigiéndole el rompimiento de relaciones con Irán y el cierre de la emisora Al Jazeera, de carácter liberal, entre otras exigencias que Catar ha rechazado.
RD y Catar establecieron relaciones diplomáticas en 2000 y abrieron recíprocamente sedes diplomáticas.
Catar ha expresado interés en incentivar vínculos comerciales en tanto la parte dominicana ha identificado potencialidades tanto desde el sector nacional como desde zonas francas. Hay posibilidad de que Catar suministre gas natural a RD e, incluso, que desde el país abastezca a EEUU, importante cliente suministrándole el 50% de su producción.
La parte catarí se interesa en los planes de prospección y exploración petrolera de RD así como participar en los mercados energéticos, petroleros, turísticos y agropecuarios.
Se han firmado varios acuerdos de cooperación, abarcando educación superior, ciencia y tecnología.
El encargado de Negocios de Catar en el país, Yaser A. Abdulla, ha desarrollado una activa relación con nuestra Academia de Ciencias.
Excelente oportunidad para diversificar la economía con un socio de gran potencial.