La Academia de Ciencias de la República Dominicana (AC-RD) dejó inaugurada su Cátedra de Estudios Caribeños – honrándome con la responsabilidad de su dirección -, ocasión en la que se contó con una conferencia Magistral del señor José Ignacio Piña Rojas, Embajador de la República Mexicana en el país. Entre los concurrentes había una cantidad significativa de oficiales superiores de las Fuerzas Armadas, institución que, conjuntamente con la AC-RD, es de las que más ha promovido el estudio del Caribe.
La Cátedra ha de ser un escenario para el debate sobre los temas más álgidos de la siempre compleja agenda caribeña, propiciando encuentros entre especialistas en temas relevantes. Eventualmente se podrán promover estudios sobre aspectos de importancia nacional que pueden tener incidencia en el desarrollo nacional y la implementación de su política exterior.
La vocación caribeña de la Academia de Ciencias y su visión estratégica de la región para República Dominicana viene de años atrás. En 1999 promovió la creación de la Comunidad Científica del Caribe, espacio de convergencia de academias e instituciones científicas regionales. Incluso la AC- RD ha contribuido a la constitución de instancias científicas de la región que no contaban con las mismas. En reconocimiento a esa gestión, la Comunidad Científica le concedió la sede permanente de la misma. Nada más lógico, entonces, que la AC-RD contase con un centro que contribuyese a la amplia comprensión de la región en la sociedad dominicana. De ello se podrá beneficiar tanto el sector público como el privado, pretendiendo trabajar estrechamente tanto con uno como con otro.
Para la inauguración de la Cátedra tuvimos el privilegio de contar con un disertante brillante, el Embajador de México en República Dominicana, el cual brindó una Conferencia Magistral destacando tanto la condición caribeña de México, su política comprometida con la región y el alto nivel que están alcanzando las relaciones bilaterales. Señaló, refiriéndose al período al frente del Ejecutivo del Presidente Peña Nieto, que en “poco más de año y ocho meses, México ha fortalecido, relanzado y construido relaciones en distintos niveles y con diferentes acentos en los 32 países, organismos y mecanismos que componen nuestra principal zona de pertenencia”. En otro momento enfatizó: “El Mar Caribe nos une y es nuestro patrimonio común”.
Con relación al nivel de las relaciones bilaterales el embajador aportó las siguientes reflexiones: las relaciones bilaterales formales llevan ya 126 años; la RD es el principal socio comercial de México en la región y el primer destino de sus inversiones y cuarto en toda América Latina. Tan solo en 10 años el flujo comercial bilateral se ha multiplicado por dos. México es el cuarto socio comercial global de la RD después de EE.UU., China y Venezuela. Sus inversiones crean una gran cantidad de empleos en sectores como telecomunicaciones, alimentos y construcción. Se impulsa la cooperación técnica y científica en diversas áreas y el próximo 5 de septiembre se firmarán nuevos acuerdos.