Catedral de San Pedro exhibe arco ojival y rosetón frontal

Catedral de San Pedro exhibe arco ojival y rosetón frontal

La ciudad de San Pedro de Macorís cuenta con la majestuosa catedral San Pedro Apóstol, de dos niveles, situada entre las calles Independencia, Domínguez Charro, Anacaona y Colón. De estilo neogótico y levantada de hormigón armado a finales del siglo XIX y comienzos del XX, constituye el patrimonio más trascendental del período republicano.

Esta catedral fue remozada en el año 2007 por un conjunto de profesionales iniciados por el ingeniero arquitecto Jesús Musa Hazim y asesorado por el arquitecto César Iván Feris Iglesias, nativos de allí.

Así, trasladándome a esta urbe, asesorado por el ingeniero arquitecto Ernesto García, me detuve a presenciar su entrada frontal: un arco ojival coronado por una archivolta (conjunto de molduras que decoran un arco) del período gótico románico, encierra una puerta con arco  de medio punto.

En la parte superior de este acceso se aprecia el escudo correspondiente a la orden de San Francisco de Asís, que fue la que  mandó construir esta catedral, y más arriba, la pared posee un precioso rosetón, y su remate, al centro, lo ocupa una torre campanario con tres ventanales arqueados en cada lateral, donde hay un techo bordeado por altos triples cuerpos y un elevado piramidal que termina con una cruz de bronce.

La nave central es una bóveda con aberturas cuyos arcos son de medio punto y tienen preciosos  vitrales que dan luz al interior. En cambio, los arcos de los laterales,  que también encierran  vitrales, son ojivales.

Otra curiosidad arquitectónica de este templo catedralicio es que en los otros laterales se aprecian otros accesos.

Allí mismo, la parte posterior la ocupa una arcada frontalmente formada por tres arcos ojivales, como igualmente los hay en cada uno de los lados con la diferencia de que unido a éstos, al centro,  se visualiza un arco escarzano.

Además, en ambos niveles se puede observar una de las características básicas del estilo gótico: arcos ojivales,  también con vitrales, y en el techo,   una hilera de pináculos de hormigón armado que bordean los dos laterales. Las paredes alrededor tienen  contrafuertes y antepechos, también característicos de este estilo.

Para llegar al acceso de esta catedral hay que cruzar la Plaza Salvador, que es una amplia explanada con bancos de hierro, jardineras y postes de metal con antiguos faroles de luz, en la cual se distingue un monumento de concreto compuesto por tres cuerpos  unidos que sobresalen hacia delante, y cada uno tiene  encima uno de los bustos de los  próceres Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella, desde cuyo medio surge una columna redonda que termina con un globo.

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