El doctor Víctor Manuel Peña, catedrático universitario, declaró que es hora ya de que la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) transparente sus cuentas ante el país, habida cuenta de que como institución de educación superior está llamada a mantener siempre la debida coherencia entre lo que dice y lo que hace.

Dijo que no se puede mantener un discurso moralista y de exigencias permanentes de recursos mientras la Casa de Altos Estudios se consume en el desorden administrativo y financiero, no se planifica nada y la Universidad sólo asume, precariamente, la función docente.

El doctor Peña se preguntó a sí mismo lo siguiente: ¿Tiene la UASD los empleados que debe tener o tiene mucho más de lo que debe tener? ¿Se les paga a los funcionarios administrativos lo que se les debe pagar o se les paga mucho más de lo que se les debe pagar? ¿Se les paga a los profesores lo que les debe pagar o se les paga mucho menos de lo que se les debe pagar?

“El caso de la remuneración que reciben los funcionarios administrativos es sencillamente escandaloso: reciben un sueldo base y un sueldo adicional, representando este último un porcentaje del sueldo base que se mueve entre un 80 y un 90 por ciento. Eso es totalmente ilegal”, subrayó.

Señala que mientras esto ocurre, a los profesores, espina dorsal del proceso enseñanza-aprendizaje, se les paga una remuneración por hora docente sencillamente ridícula y risible.  “Y por último, la nómina de la UASD está superabultada porque los dos últimos rectores, el anterior y el actual, han convertido la institución en un comité de base del PRD. Aparte de que los suministros de alimentos al Comedor Universitario están monopolizados por empresas de dirigentes nacionales del PRD”, añade.

Argumentó el doctor Peña que todo esto revela y refleja que hay mucha irracionalidad, ineficiencia e ineficacia en el uso de los recursos presupuestarios que maneja la UASD. Gran parte de las deudas de la Universidad se generan como consecuencia de esos excesos y de esos desbordamientos.

Afirmó que el problema  surge como resultado de que en la dirección de la UASD no hay una administración visionaria ni eficiente ni eficaz, ni una gerencia proactiva ni hay una planificación seria y responsable.

Finalmente, Peña dijo que solo quien no conoce la historia y la sociología de la Universidad y del país puede plantear, ante el asomo de cualquier problema, el absurdo de la privatización, habida cuenta, además, de que han sido los gobiernos del PLD los que más recursos han dedicado a la UASD, los cuales no podrían obtenerse, jamás, por la vía de la privatización.