Catolicismo ofendido

Catolicismo ofendido

ÁNGELA PEÑA
La Iglesia Católica se ha sentido ofendida por El Código Da Vinci, la novela de Dan Brown que ha sido traducida a varios idiomas, con más de treinta millones de ejemplares vendidos y en camino de ser llevada al cine por la Columbia Pictures. Sacerdotes están aconsejando a su feligresía no leerla, y si la leen, hacerlo con sumo cuidado para que no se enreden. Piensan que tras el volumen hay enemigos ocultos interesados en afectar el honor de la Iglesia, pese a que se trata de una ficción. Escritores, periodistas, críticos católicos han respondido tratando de desarticular casi todos los argumentos de Brown, y aunque algunos lo han hecho con autoridad y admirable altura, otros han sido implacables en sus ataques.

Los mensajes de los católicos abundan por Internet recomendando lo que han publicado Sandra Miesel, especializada en literatura popular moderna, Peter Millar, F. Casavella, Andy Welborn, Thomas Roeser, Cynthia Grenier, en periódicos y revistas españoles y de Estados Unidos, y lo que aparece en «e-cristians». En sus encabezados señalan: «El Código Da Vinci, una novela de ficción en la que se pone en duda la verdad del catolicismo, se ha encaramado a la lista de libros más vendidos. Aunque se trate de una obra de ficción, resulta ofensiva para el honor de la Iglesia porque juega con sus fundamentos. Aunque se trate de una obra de ficción, calumnia, que algo queda», advierten.

Afirma «e-cristians» que «los errores, las invenciones, las tergiversaciones y los simples bulos abundan por toda la novela» y que hay en El Código Da Vinci «material de muchos tipos: new age, ocultismo, teorías conspiratorias, neopaganas, wiccas, astrología, préstamos orientales y amerindios… pero el cóctel gnóstico-feminista es la base de la Macedonia. Hay poca investigación verdadera sobre el Santo Grial, pero mucha sangría». El extenso trabajo de «e-cristians» analiza, desglosa y rebate a Brown casi punto por punto,  y se concentra, además, en la supuesta relación Jesús-María Magdalena y el presunto feminismo del Nazareno al pretender dejar la Iglesia en manos de la mujer. «Lo que nadie cita es el versículo 114 del famoso texto gnóstico Evangelio de Tomás, donde Jesús dice que Él hará de María Magdalena «un espíritu viviente que se parezca a vosotros, varones. Porque cada mujer que se haga a sí misma varón entrará en el reino de los cielos», cita e-cristians, y comenta: «El gnosticismo antiguo es reciclado por antagonistas de la iglesia actual, pero para ello han de rechazar algunas cosas del gnosticismo antiguo, que en realidad era machista, elitista, despreciaba el cuerpo y todo lo material…». Lo llamó «best seller mentiroso, por no hablar de calidad literaria».

Peter Millar dice que el libro es «tonto, inexacto, poco informado, estereotipado, desarreglado y populachero ejemplo de pulp fiction, mal compuesto con ideas falsas, despistes y descripciones tomadas directamente de guías turísticas para viajeros».  Andy Welborn le atribuye procedencia de dos obras fantasiosas, Holy Blood y Holy Grail «y el resto son remiendos de ridículas y gastadas teorías esotéricas y gnósticas», mientras que Thomas Roeser, que llama chapuceras las investigaciones de Dan Brown escribe: «El odio al catolicismo impregna todo el libro, pero los peores inventos los recibe el Opus Dei», institución católica que defiende Roeser.

Cynthia Grenier clama porque alguien dé «a este hombre y a sus editores unas clases sobre historia del cristianismo y un mapa» y F. Casavella apunta: «No puedo dejar de felicitar a las editoriales de todo el mundo que en su día rechazaron la publicación de esta infamia y ahora no se arrepienten. Es la demostración de un resto de dignidad, no sólo en el mundo editorial, sino en el sistema mercantil».  Y añade: «Es el bodrio más grande que este lector ha tenido entre manos desde las novelas de los años setenta».

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