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MEXICO (AFP).- Procesiones multitudinarias en las calles, recreaciones de la crucifixión de Cristo y la virtual paralización de varios países pautaron la jornada del Viernes Santo cristiano en América Latina.
El continente que alberga al mayor número de católicos en el mundo conmemoró la jornada con celebraciones tan variadas como su población. América Latina concentra junto a Estados Unidos y Canadá 528 millones de los 1.100 millones de católicos del mundo.
En la Ciudad de México, alrededor de 800.000 personas acudieron a los diferentes vía crucis y escenificaciones de la pasión de Cristo que se llevaron a cabo, de acuerdo con un reporte de la secretaría de Seguridad Pública local.
«La asistencia global a todas las representaciones fue de unas 800.000 personas, de ellas 200.000 acudieron a Iztapalapa (demarcación política local) y el resto a otras partes de la ciudad», comentó un portavoz de la dependencia.
La escenificación de la pasión de Cristo más grande de México es la que se lleva a cabo en Iztapalapa, que este viernes fue custodiada por más de 1.700 efectivos.
También en México, Jorge Morales, de 56 años, representó por cuadragésimoquinta ocasión consecutiva el papel de Cristo durante su pasión como parte de una puesta en escena que involucró a 900 actores.
Morales representa desde 1960 en Pueblo Nuevo (Puebla), el papel que incluye azotes auténticos ante miles de personas, que contemplan el espectáculo que ocurre a 120 kilómetros de la capital mexicana, donde se reviven 43 escenas de la muerte de Jesús. En cinco años Morales le dejará el lugar a un familiar que continuará con la tradición.
En Brasil miles de personas se volcaron a las calles para participar de la conmemoración religiosa. En Pernambuco (nordeste) una multitud acompañó desde temprano la representación de la pasión de Cristo en la ciudad de Nueva Jerusalén.
Esta escenificación teatral se repite desde hace 35 años en un espacio de 100.000 metros cuadrados y participan actores famosos de las telenovelas de la cadena TV Globo.
Las procesiones se suceden en todas las ciudades de Brasil, país con el mayor índice de católicos del mundo.
En Ecuador medio millón de personas asistieron a la procesión del Cristo del Consuelo en Guayaquil, 275 km al suroeste de Quito. Mucha gente participó de la procesión autoflagelándose con ortiga, látigos y coronas de espinas o alambre de púas para pagar o pedir favores.
Entre los fieles, incluidos niños, volvieron a aparecer unos que cargaron pesadas cruces de madera y otros que caminaron de rodillas descalzos sobre el asfalto. Según la Conferencia Episcopal Ecuatoriana el 90% de los ecuatorianos es católico.
En Guatemala la máxima atracción ocurre en Antigua, con una multitudinaria procesión de 14 horas liderada por cuatro pequeñas andas que representan los pasos de Cristo antes de ser crucificado. Luego se aprecia la imagen de Jesús montada sobre un anda, que en turnos de 80 que cambian cada 100 metros, es transportada por 4.800 personas a lo largo del recorrido.
Las calles de Antigua están alfombradas por aserrín y flores multicolores. La procesión es seguida por una multitud, en su mayoría indígenas que, vestidos de romanos, armados con espadas y lanzas, dan a la celebración un color único.
En Argentina, Chile y Uruguay las conmemoraciones son más tradicionales. En Buenos Aires la celebración del Viernes Santo será liderada por el obispo auxiliar de Buenos Aires, José Gentico, quien encabezará el tradicional Vía Crucis por la Avenida de Mayo, que culminará con una misa que dará el cardenal Jorge Bergoblio.
Algo similar ocurrirá en Santiago de Chile, donde la principal actividad será encabezado por el cardenal Francisco Javier Errázuriz.
En Montevideo, en tanto, el Vía Crucis se realizará en el Cerro de Montevideo (populoso barrio al oeste y sobre la bahía de la capital uruguaya), y será encabezado por el arzobispo de la capital uruguaya, monseñor Nicolás Cotugno.
