Católicos EU encaran balance entre política y religión

Católicos EU encaran balance entre política y religión

WASHINGTON (EFE).- Los 63 millones de católicos en EEUU encaran desde esta semana el delicado balance entre religión y política después que sus obispos dictaminaron que los políticos de ese credo tienen la obligación moral de oponerse al aborto.

La Conferencia de Obispos Católicos aprobó el viernes en Denver (Colorado) una declaración de 970 palabras sobre «Los católicos en la vida política», según la cual los funcionarios deben «proteger a los no nacidos» y por lo tanto, han de oponerse al aborto.

Si no lo hacen, agregó la declaración aprobada con 183 votos a favor y 6 en contra entre los más de 300 obispos católicos de EEUU, «son culpables de cooperar con el mal y de pecar contra el bien común».

El debate había estallado en enero, cuando el arzobispo de San Luis, Raymond Burke, dijo que le negaría la comunión al senador John Kerry, de Massachusetts, quien entonces aspiraba a ser candidato presidencial demócrata y ahora es virtual adalid de ese partido.

Kerry, un católico, procede de un estado que además ha estado al frente de otra controversia social y religiosa, porque ha legalizado, de manera provisional, las uniones conyugales entre homosexuales, otra abominación para la Iglesia católica.

Unos pocos obispos se sumaron a la opinión de Burke, y algunos sugirieron incluso que debería negarse la comunión a los católicos que voten por políticos que apoyen la legalidad del aborto.

Esta militancia contra el aborto puso a la Iglesia católica muy cerca de una línea que no cruzará sin consecuencias: la ley de Estados Unidos exime de impuestos a las organizaciones religiosas siempre y cuando no se inmiscuyan en la política.

La mayoría de los obispos se ha mantenido en silencio al respecto, y la declaración de su conferencia en Denver de hecho deja a cada obispo en su localidad la decisión sobre si se negará la comunión o no a algún político por su posición pública acerca del aborto.

En Estados Unidos el aborto es legal desde un fallo del Tribunal Supremo de Justicia en 1973, curiosamente redactado en una forma negativa: el Estado no tiene atribuciones para impedir que una mujer ponga término a su embarazo.

Actualmente se llevan a cabo aproximadamente 1,3 millones de abortos en un país en el que los católicos son un 50 por ciento de los cristianos.

Kerry ha elegido cuidadosamente desde enero las iglesias a las cuales asiste a misa durante su campaña por la candidatura presidencial demócrata, con lo cual se ha evitado el bochorno que inevitablemente ocurriría si se aproximara al altar y le fuera negada la comunión.

La declaración de Denver indicó que los políticos católicos deberían examinar si son dignos de recibir la comunión a la luz de «su fidelidad a las enseñanzas morales de la Iglesia en su vida pública y privada».

La postura más o menos militante que adopte la Iglesia católica este año puede tener consecuencias electorales en noviembre, ya que recientes encuestas muestran una creciente división de la ciudadanía en las preferencias políticas de acuerdo al grado de prácticas religiosas.

Tradicionalmente, los católicos han sido votantes demócratas, tradición que alcanzó su cima hace cuatro décadas con la elección del primer presidente católico, John F. Kennedy, en 1960.

Durante la década de 1990 y de forma más notable desde que George W. Bush llegó a la Casa Blanca en 2001, los católicos han dejado de ser mayoritariamente votantes del Partido Demócrata.

Estudios recientes de instituciones religiosas y empresas de encuestas han mostrado que las personas con una práctica religiosa más frecuente -sean católicos, protestantes, judíos o musulmanes- tienen posiciones políticas más conservadoras y por lo tanto, más allegadas a las del presidente Bush y el Partido Republicano.

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