Muchas veces dice el osteópata José Manuel Santa Pau, del Centro Médico Hanemann, de Madrid las cefaleas de origen neurálgico se producen por problemas articulares que originan comprensión de un nervio, o por una mala postura que genera una contracción o espasmo muscular, lo que hace que el flujo sanguíneo disminuya en la zona, pero aumente su velocidad.
Esto afecta a la cantidad de oxígeno que reciben los músculos. Este efecto se puede comparar al de una manguera por la que corre el agua con normalidad, pero cuando se tapa parcialmente la salida con el dedo disminuye su caudal, a la vez que aumenta su velocidad.
Otras veces, en opinión de Santa Pau, los dolores se deben a compresiones en las membranas intracraneales. Estos movimientos son percibidos por manos entrenadas, como las de los osteópatas, quienes hacen que disminuya la presión. El resultado es que el paciente nota un alivio de los síntomas.
[b]El culpable es la vida acelerada[/b]
Es un hecho que muchas de las causas de estos dolores de cabeza se deben a la vida acelerada que llevamos hoy día, en particular en las grandes ciudades. Las mujeres que trabajan y atienden a su familia a la vez son las más afectadas. Este mal hace que la persona se vuelva irritable, se deprima o tenga los nervios de punta y discuta por cualquier motivo.
Quienes no saben librarse de las presiones del trabajo ni resuelven sus problemas en un tiempo prudente tienden a contraer la musculatura craneal y a bloquear el diafragma lo que da lugar a una falta de oxígeno general. Este ciclo que hace que la persona se mantenga tensa, se refleja en la espalda y llega a generar dolores de cabeza.
El trabajo también influye en las cefaleas, en particular cuando se está mucho tiempo sentado en una postura incorrecta frente a la computadora o revisando papeles.
Los estudiantes que se quejan con frecuencia de dolores de cabeza deben saber que bajarla demasiado carga los hombros y los músculos del cuello. Lo mismo sucede cuando se conduce con tensión.
La tortícolis es, asimismo, causa del dolor de cabeza. Según el osteópata, se trata de un fuerte síntoma producido por un espasmo muscular que el organismo sufre por agotamiento.