Hoy 
Dra. Arabella Michel
La odontología es una rama de la medicina que es ciencia y arte, se ocupa de las afecciones de la cavidad oral y sus inicios se remontan aproximadamente a dos mil quinientos años antes de cristo.
En algunos textos egipcios se encontraron notas que relacionaban a médicos y curanderos de la época que trataban las afecciones orales, sobre todo el dolor de dientes. Desde la antigüedad se conoce que la dieta influye en la salud oral, es así como Hipócrates, casi medio siglo a.C., vincula la pérdida de las piezas dentarias a la alimentación.
Muchos años después, en Francia, los barberos practicaban la odontología, y no fue sino hasta el mil ochocientos y tantos cuando se abrió la primera escuela de cirugía dental en los Estados Unidos de América.
Dolor, miedo, tortura, han estado relacionados por siglos a los dientes y la salud oral; de hecho, la patrona de los dentistas, santa Apolonia, fue torturada por no negar su fe, sacándole todas las piezas dentarias sin anestesia.
Un alto porcentaje de la población siente gran temor a la hora de programar su visita al dentista, pues a diferencia de lo que ocurre con otros profesionales de la salud, el paciente no relaciona al odontólogo con un diagnóstico de una enfermedad terminal, lo relaciona con dolor.
Las causas más comunes del dolor de muelas son: caries, enfermedad periodontal y traumas.
La intensidad del mismo varía por el umbral del dolor de cada persona.
Ese dolor intenso tiene varias razones de ser, la más común es que la pulpa (paquete vasculo nervioso) de los dientes, está rodeada por tejido duro (dentina), y cuando está inflamada por una agresión, la pulpa se encuentra acorralada por esas paredes de dentina, aumentando el dolor.
Otro miedo típico es a la anestesia, y al ruido de la pieza de mano.
Trabajar en la cavidad oral muchas veces se dificulta por el acceso y la sensibilidad del área.
Es importante hacer una nota: la odontología hoy está a años luz de sus inicios, tanto a nivel científico como tecnológico.
Actualmente la prevención juega un papel de vital importancia; tanto en los casos de caries como en los de enfermedad periodontal si se toman medidas preventivas y así se disminuyen en un alto porcentaje.
Aun padeciendo de éstas, si el paciente visita regularmente al dentista no tiene por qué temer.
Esta generación debe ver al dentista como algo normal, para esto deben visitarlo desde niños.
Recordemos: visitar al dentista no duele; duele no hacerlo.
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