Causas que explican el auge del populismo en países desarrollados

Causas que explican el auge del populismo en países desarrollados

Al margen de si estamos frente a una ideología, a un estilo de comunicación o a una estrategia política, el movimiento populista, que cuestiona y en muchos casos rechaza el papel de mediación política de las instituciones del régimen democrático, está de moda en los países desarrollados.
El populismo divide la sociedad de dos grupos homogéneos y antagónicos, el pueblo y la élite (incluyendo en ésta a los partidos políticos tradicionales), cuestiona y combate a todos aquellos ciudadanos que no se identifican con sus posiciones y considera que la política debería ser una expresión de la voluntad popular.
El discurso populista fue efectivo en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en 2016 propiciando la victoria de Donald Trump. En el caso de Europa, la emergencia de los movimientos populistas es cada día más evidente. De acuerdo con un artículo publicado el domingo pasado en el suplemento Negocios del periódico el País, la media del voto populista en la Unión Europea apenas llegaba al 8.5% en el año 2000, pero para 2017 ya alcanzaba el 24.1%.
¿Qué causas están detrás de esta emergencia del populismo en los países desarrollados? Hay varias. Voy a referirme a dos: el incremento de la desigualdad social en esos países y la disminución de las clases medias.
En 1980, el 1% más rico de la sociedad norteamericana recibía el 9.4% del ingreso nacional, incrementándose a 22.0% en 2015. El impacto de ese cambio se hizo evidente en la reducción del tamaño de la clase media en Estados Unidos. Según el Centro de Investigación Pew, la clase media norteamericana redujo su tamaño de un 61% en 1971 a 50% en 2015, una reducción de 11 puntos porcentuales. La clase media norteamericana, que en 1971 era la mayoría de la población, comparada con las clases alta y baja (80 millones de adultos en clase media, versus 51.6 millones de adultos de clases alta y baja), pasó a ser minoría en 2015 (120.8 millones de adultos en clase media versus 121.3 millones de adultos de clases alta y baja).
Algo parecido a lo ocurrido en Estados Unidos se ha producido también en varios países de Europa. El Reino Unido es un buen ejemplo. En 1981, el 1% más rico de ese país recibió el 6.7% de ingreso nacional; para el 2015, esa proporción se había elevado al 13.9%. La clase media del Reino Unido, que en 1981 representaba el 59% del total de los hogares, se redujo al 53% en 1994 y todavía en 2010 no había logrado colocarse en el nivel de 1981.

Este deterioro social se ha producido en el contexto de la importante expansión de la globalización a partir de 1980y ha sido aprovechada por el movimiento populista para culpar a las elites, especialmente a los partidos tradicionales, de ser los responsables de promover una globalización negativa para los “pueblos” de los países desarrollados.

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