Entre 2012 y 2014 el valor de las exportaciones no mineras cayó un 20%. Es algo preocupante, pues los esfuerzos de los sectores público y privado están orientados a incrementar ese valor. Al respecto, la AIRD plantea la posibilidad de que en el período señalado se produjera una fluctuación de precios en nuestras mercancías que provocara ese efecto, pero también advierte que el país no ha logrado un crecimiento del volumen y el valor de las exportaciones.

Al margen de causas atinentes a los mercados de destino, el país tiene que hacerle frente a variables como el valor agregado de los bienes de exportación. Ese aspecto en particular resulta muy influyente en los precios finales de los productos vendidos al exterior. En este caso queda a la vista la falta defortalecimiento de las cadenas de valor mediante un mayor impulso a la transformación de materia prima en bienes terminados.

La competitividad del país, que ha mejorado indudablemente, forzada por los compromisos implícitos en los tratados comerciales, no es todavía lo suficientemente vigorosa como para influir en el valor de muchas de nuestras exportaciones, que enfrentan gran competencia en el exterior. Aquí parece que son asignaturas clave la innovación y el emprendimiento, algo que sin duda estamos impulsando, pero no al ritmo y condiciones que demandan los mercados.

CRÉDITOS PARA VIVIENDAS

La Junta Monetaria y la banca comercial han definido a cabalidad los mecanismos mediante los cuales se otorgarán, como financiamiento para viviendas de bajo costo, los 10 mil millones de pesos del encaje legal autorizados para esos fines. Recientemente, la Dirección General de Impuestos Internos fijó en aproximadamente 2.4 millones de pesos el valor de las viviendas que gozarán de trato fiscal especial, como parte del impulso dado a la adquisición de casa propia.

Se espera que estas disposiciones tengan un impacto significativo en el pulso del mercado inmobiliario y todo el comercio que se alimenta de la demanda de materiales de construcción y que ayude a reducir el déficit de por lo menos un millón de unidades habitacionales que, según cálculos de los promotores de viviendas, afecta al país.