Cautela  contra
los subsidios

Cautela  contra<BR> los subsidios

El  Estado da  o aporta de varias formas, pero siempre después que ha quitado. Es él la base jurídica y de servicios  a la nación, lo que solo es posible porque previamente el Fisco se alimenta del trabajo  de los propios ciudadanos al cobrarles impuestos. Se supone que el Estado debe ser el ente fundamental de la redistribución del ingreso. El fiel de la balanza para sacar de donde sobre para poner donde falte.

Entonces por definición los subsidios tienen que estar más relacionados a las buenas causas que a los malos propósitos. Si la acción productiva, y hasta la necesidad de sobrevivir,  están a veces  severamente afectadas, incluso hasta por la forma de recaudar, o porque el Estado no ha dado soluciones al problema energético, o porque la nación es golpeada por factores externos ajenos a su voluntad como ocurre con la recesión en Estados Unidos y con los precios del petróleo ¿qué opción queda que no sea aliviar con políticas oficiales  esas adversidades? Solo el Estado está en condiciones de hacer algo. Esa es su responsabilidad, independientemente  de los motivos coyunturales y de otros géneros que tengan los gobiernos.

Ingresando a la  Saturación

Contra el mejor parecer de un sector importante de la ciudadanía, la campaña electoral comenzó antes de lo razonable y ha sido particularmente intensa en propaganda. Combates de palabras que han herido mucho y edificado poco. Y a esta altura del proceso el ciudadano promedio ha de sentir que ya es suficiente. Algunos de los políticos punteros de esta competencia lo admiten. Ellos dicen que el elector ha tomado decisiones que ni los escándalos  y revelaciones de último momento lograrían cambiar. Tampoco servirían de mucho los agravios de publicidad negativa. ¿Por qué  no reducir considerablemente   el ambiente saturado de campaña?

Los políticos no deben olvidar que en la misma medida en que la gente los aprueba y dice preferirles, guarda también sus reservas: las encuestas indican que percibe el uso irregular y masivo de recursos  del Estado; que expresa desconfianza en los partidos; los vincula a la corrupción; los culpa de grandes males y siempre dice que la cosa está mala. No deben entonces abusar de las indulgencias  con las que todavía se les acepta.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas